Hay dos formas de hacer más resistentes los compuestos utilizados en
una carrera: endureciéndolos realmente o trasladando la elección de
gomas hacia la zona más dura de la gama.
Pirelli, que parecía un protagonista inocente hasta Hungría, nos está
resultando un cómplice necesario de las tropelías de la FIA. De
tapadillo, anunciando que iba a probar neumáticos más duros en
Silverstone por ver si eran del gusto de las escuderías —cosa que no
pudo ser por problemas meteorológicos, trasladándose la cata de gomas a
Hockenheim—, sin saber a estas horas si el asunto satisface o no a los
equipos, comenzaba a aplicar la comprensión del espectáculo de quien
sujeta el collar de la milanesa desde el pasado domingo, elevando la
dureza de los compuestos por el artículo 33, o sea, alterando la gama
utilizada el año pasado, como quien dice anteayer, vamos.
A resultas de esta chuminada como la copa
de un pino, el G.P. de Hungría, que en 2011 tuvo su aquél, resultaba
hace menos de una semana un truño de los buenos, y la cosa amenaza con
prolongarse en el tiempo, porque si para Spa la italiana elegía profesionalmente
las gomas medias y blandas de su gama en 2011, para la prueba que
disfrutaremos en un mes escaso en el mismo escenario, ha decidido
proponer con la supuesta aquiescencia de la FIA, las varientes duras y
medias. Para Monza, carrera que nos levantó de la silla con un Vettel
desatado asaltando a Alonso a pocas vueltas de la salida, o con un
Hamilton luchando de tú a tú con Schumacher, la propuesta es la misma:
duras y medias, cuando hace doce meses las circunstancias aconsejaban
(eso dijeron) que fuesen medias y blandas.
¿Alguien lo entiende? Yo sí. Pirelli sirve a quien le paga, que para eso es el domine patri
en el tinglado de los neumáticos para F1 donde la búsqueda del
espectáculo gobierna hasta el diámetro del último tornillo,
sencillamente porque quien suelta la pasta es quien recomienda, quien
dice, y quien susurra al oído qué es lo recomendable.
El caso es que a comienzos de sesión, una vez asentado los
fundamentos de la competición, todos sabíamos que Pirelli había
endurecido sus propuestas elásticas para este año, de manera que sumando
dos y dos, lo que se nos propone en estos momentos es un endurecimiento
doble, un trágala que no atiende al sentido del espectáculo que reinaba
hace escasamente un año, un sindiós que no hay por dónde cogerlo,
porque ciscándose en los datos recabados hace un puñado de meses, se mea
en ellos y somete a las escuderías a una puesta a cero que tiene poco o
nada que ver con aquello de que la F1 es la máxima expresión del
automovilismo deportivo, redundando en la sandez de que la FIA, y sólo
la FIA, decide en cada momento y según sea el viento que la sople, por
dónde habrán de ir los tiros de la competición.
¿A quién conviene todo esto? Yo diría que a Red Bull, pero a lo peor
me granjeo ser diana de algunas pedradas, así que mejor lo dejo. De
todas formas, seguro que beneficia a alguien y es ésto, precisamente, lo
que más me mosquea, porque la FIA y sus aledaños, llámense Pirelli o
Aitor de Arrigorriaga, deberían ser los primeros implicados en que todo
resultara lo más limpio posible, siquiera por evitar que a un negocio
que va de deporte por la vida, lo afeen señalándolo con el dedo.
No entiendo nada, lo reconozco. Si las pruebas de Silverstone
postegadas a Hockenheim tenían como fin que las escuderías probaran y
aceptaran o no las propuestas científicas de Pirelli, ¿a qué
viene que la milanesa se tome la justicia por su mano imponiendo un
decálogo de buenas costumbres que puede definir un campeonato? ¿Tan
bobos nos consideran?
Sea como fuere, algo huele a podrido en Dinamarca, así se llame
Hembery quien nos lo pase a limpio. Aunque aquí estaremos, como de
costumbre, como perfectos idiotas narcotizados, para ver cómo la cabra
tira al monte de nuevo, aunque esta vez con nuestros propios ojos y con
un mes de adelanto.
Buenos días José.
ResponderEliminarTal y como yo lo veo, cualquier tipo de monopolio no lleva a ninguna parte. Más aún, si el que controla dicho monopolio tiene grandes intereses en que ni haya una transparencia clara ni beneficie a todos por igual. Al final, no me importa a quién beneficie... Sino, que puede perjudicar al resto. Y en eso ya no vamos hablando de igualdad de condiciones..
Al hilo de esto, entiendo que Jaime Alguersuari puede ser un plus en comprensión de los neumáticos para la temporada que viene. El esta convencido que correrá el año próximo. Que así sea pues.
Un saludo,
Toni
Cachondos que son estos de Pirelli: “Pirelli won't alter 2012 tyres in interest of fairness.”
ResponderEliminarhttp://en.espnf1.com/f1/motorsport/story/86157.html
Claro que en general los medios no son tan cuidadosos como nuestro querido anfitrión en analizar con perspectiva lo que va sucediendo. Pues cualquier trola cuela y cuela. ¿Quién osa discutir a tan insignes autoridades? ¡Viva la mentira que me llena la barriga!
¡Saludos al anfitrión y a los invitados!
Creo que a Ferrari y Red Bull les van igual el mismo tipo de ruedas. Son coches que las ponen rápido en temperatura y que el desgaste va más en función del trato que les de el piloto. En cambio una o dos victorias de Mercedes si las veo importantes para quien maneja el cotarro, ya no digamos di quien gana es Schumacher. A Lotus si la veo claramente perjudicada.
ResponderEliminarUn saludo.
Creo que a Ferrari y Red Bull les van igual el mismo tipo de ruedas. Son coches que las ponen rápido en temperatura y que el desgaste va más en función del trato que les de el piloto. En cambio una o dos victorias de Mercedes si las veo importantes para quien maneja el cotarro, ya no digamos di quien gana es Schumacher. A Lotus si la veo claramente perjudicada.
ResponderEliminarUn saludo.
Los más perjudicados somos los espectadores. Me parece a mí. Se ve que no quieren otro Montreal...
ResponderEliminar¡Saludos!