La posición de Fernando en el campeonato no es tan cómoda como
parece. Lleva un puñado de puntos de ventaja sobre sus inmediatos
rivales, pero quedan 9 carreras, las mismas que han transcurrido desde
que comenzó todo hasta que concluyó el Gran Premio de Alemania. ¡Tela!,
como diría aquél.
Amén de la cantidad de kilómetros que supone tanta prueba junta,
queda por ahí el asunto de que este año el ovetense no ha tenido que
abandonar ni una vez ni ha sufrido un miserable accidente (¡la Vírgen de
Covadonga nos proteja de tales coyunturas!), lo que nos pone en que hay
por delante mucho territorio en el que puede suceder casi cualquier
cosa, que resucite Gerónimo o incluso que Alonso se corone como
tricampeón del mundo, uniendo su nombre al de Ayrton Senna, Jackie
Stewart, Jack Brabham, Nelson Piquet (el auténtico) y Niki Lauda.
Quiero decir con todo esto, que a pesar de que hay quien ya ha abandonado su asiento porque está todo el pescao
vendido, hasta el rabo todo es toro y sería de necios negarles a
Hamilton y a Vettel, a Raikkonen y a Webber, si nos ponemos, el mismo
escenario optimista que abrí en marzo para nuestro compatriota. Todos
ellos tienen coche suficiente como para dar la cara, y la cruz, si se
tercia, en aras de defender sus opciones a la corona de laureles que
Bernie guarda en el armario ropero de su hija para entregársela sólo a
aquellos que la han peleado con uñas y dientes —sí, a él también le
gustaba más todo esto cuando no dirigía el cotarro. Os recomiendo a
Proust o a Milton para entender de qué va la cosa—.
A lo que iba, que siempre me distraigo en los párrafos largos.
Fernando es como una puñetera calculadora y seguro que tiene previsto
cómo enfrentarse a esta contingencia, lo que añade pimienta y una pizca
de sal al asunto de llegar vivo a noviembre, aunque también aumente el
riesgo de pifiarla a la salida de una curva, para que nos entendamos.
Vamos, que hay tema de aquí a que termine el campeonato, entre otras
cosas porque los chicos de McLaren y Red Bull no se van a quedar quietos
ni así los aten, lo que puede llevarnos a disfrutar de un octubre
ceñidito en el que al español no le bastará con atender sólo a quien le
sigue en la general de pilotos.
En este orden de cosas, hay que admitir que el de Oviedo, hombre de
luces, preferirá ir holgado y cómodo tanto como pueda, para llegar a
Austin y a Interlagos sin tener que poner velas a ningún santo por
aquello de evitar que suceda un Abu Dhabi como el de 2010, esta vez en
formato Director’s cut y en tierras lejanas, lo que nos pone en
que puede estar abierto a dar un susto a las primeras de cambio, quién
sabe si en Spa, por ejemplo, dado que la carrera belga asoma las orejas a
la vuelta de la esquina, y entre que agosto pesa como una losa en la F1
así como en los hambrientos aficionados, y que el F2012 parecía en
Hungría algo fatigado, la sorpresa, de darse, dejaría noqueado a más de
uno, tal vez obligándole a preparar la sesión venidera dejando vacante
la lucha por ésta.
Al hilo, Vettel y Hamilton, por encima de Webber y Raikkonen, van a
tener que encomendarse a Javi Clemente y apretar los dientes para
aplicar sobre el asfalto el bíblico patadón y p’alante con el
que el Athetic se medía incluso al Real Madrid y al Barça, porque como
dejen al galgo asturiano alejarse tan sólo un poco, a lo peor tienen que
pensar en ir haciendo el petate antes de tiempo, y es que esto es F1,
no sé si en estado puro o no, pero F1 al fin y al cabo, y en sus
entrañas, salvo que domine la de la bebida energética o la que se
apellidaba como Ross, un día llueve y otro, sol; otro te levantas
dirigiendo el cotarro, y al siguiente te tienes que abrir paso a
codazos.
Tal vez lo que nos está pasando es que habíamos perdido la costumbre,
o no, quién sabe, de tener que asistir a un campeonato en el que
todavía no hay nada decidido porque quedan muchos puntos por disputar,
en el que no hace falta rezar el rosario o hacer promesas para que
suceda un milagro, porque éste está sucediendo delante de nuestras
mismas narices aunque no sepamos reconocerlo. Siéntense de nuevo, por
favor, ya habrá tiempo para levantarse y apagar el televisor o para
abandonar la grada, pero hoy no toca porque juraría que la cosa está la
mar de entretenida.
Pues mira, yo creo que lo que toca es tener un buen previo de Spa, (el mejor escenario para retomar la F1 después del parón veraniego), ver una pedazo de qualy el sábado y un carrerón el domingo y...lo que luego tenga que venir, ya se verá. Pero toca, ya toca disfrutar con los coches y si es con Fernando arriba.-..ni te cuento!
ResponderEliminarUn besote