Creo que uso la palabra «mientras» más veces que otras para comenzar mis entradas. Lo he pensado cuando empezaba la de hoy con un sonoro mientras, precisamente.
Y es que mientras en nuestro pequeño país asediado por un enemigo
invisible nos liamos la manta a la cabeza buscando dianas para nuestra
furia entre los nuestros, los de ahora o los de antes, o incluso los
anteriores a estos, los instigadores de lo que nos está pasando, los
auténticos culpables de lo que nos sucede, se dedican a señalarnos el
camino hacia el abismo por si a estas alturas no supiéramos dónde está.
En estas estamos mientras la FIA y Bernie
desmadejan el ovillo del futuro de la F1 tirando para donde siempre,
hacia la asfixia técnica del deporte, ya que la salida prevista para
reducir los costes se les ha puesto a los equipos en un pico y por las
nubes, de manera que en previsión de males peores, los manuses que
manejan el asunto barajan la posibilidad de reducir la cantidad de
motores a usar durante la temporada, entre otras cosas, para que el
pastel siga estando bien repartido entre los promotores del holocausto
caníbal, porque son estos los que la han liado parda con su corteza de
entendederas y su voraz apetito.
Igualito que les pasa al FMI o a la Merkel deutsche bank, la
FIA promete siempre halagüeñas visiones de futuro con sus medidas, para
terminar advirtiendo cuando no funcionan, que el agua no sale ni a la
de tres. Al parecer lo de menos es que el líquido elemento no sea capaz
de avanzar por cañerías tan angostas como las propuestas —cada año de
menor diámetro, sea dicho de paso—, porque lo importante es que todo el
mundo permanezca atento al grifo y a sus altas expectativas de ofrecer
espectáculo. Y ahí estamos, también, absortos en la contemplación de un
grifo que sólo gime lamentos y telarañas.
Bien mirado, el espectáculo me encabrona. Esta gentuza está buscando
la piedra filosofal de la economía de medios, la pieza de LEGO que lo
mismo sirve para levantar el Empire State que para emular a un
monoplaza como el de la imagen de más arriba, pero lejos de hacerlo con
los ojos de un niño, que una vez construido su sueño lo destruye para
abrir camino a uno nuevo, lo hacen con la soberbia de los ancianos magos
de Babilonia, quienes viendo que su sueño era demasiado hermoso para
destruirlo, decidieron conservarlo en una vitrina por los siglos de los
siglos para que el tiempo terminara sepultándolo bajo toneladas y
toneladas de arena.
La FIA yerra de nuevo, como ha errado antes. Es una opinión. El
futuro que se nos brinda para 2014 es aún más cicatero que este presente
en el cual vivimos. Habrá motores turbo pero no habrá medios para
evolucionarlos. Estará presente el KERS, pero servirá para lo mismo que
ahora, para jugar a hacer tablas…
Y uno se pregunta, yo concretamente, para qué demonios hace falta
tanta alforja para tan corto viaje, si sabemos perfectamente que todo
esto supone una huída hacia adelante que resolvería su norte si en vez
de mirar al grifo del demonio, hiciéramos todos juntos el camino de
vuelta hasta el crucero donde equivocamos la senda.
Este Lego va "bien pensado".
ResponderEliminarPrimero me "congratulo" que Jean Todt salga a escena, es decir que no sea una leyenda urbana el que existe un presidente de la FIA.
Y, desde luego ahorrar costes así, va a ser muy eficiente. Añadiré unos matices por si me leen los de la "Concorde" y les sirven mis sugerencias:
-Muy bien reducir motores de 8 a 5y al año siguiente sólo 4.
-Ahora voy: reduzcamos a la mitad el número de neumáticos, sin alterar en lo más mínimo el tipo de compuestos de este año. ¿Qué conseguiremos? Que los pilotos tengan que cuidar aún más, extremadamente de sus ruedas y de sus motores, conseguimos así -> limitar muchísimo más la velocidad. Se está comprobando este año que,a más lentitud, mayor duración de gomas.
Reduciendo la velocidad también reducimos el consumo de combustible (¡Ojo! ésto va cuadrando) y, para rematar, vamos tan despacito que no haría falta correr la media de 60 vueltas por circuito para asegurar las dos horas de duración. Con correr, digamos, 30 vueltas invertiríamos el mismo tiempo..nos aseguramos las publicidad en la retransmisión televisiva...Esto cuadra...creo que mi LEGO encaja de coña.
Voy a hacer el borrador para enviárselo a Todt...XD
Un besote
Pero tened siempre presente que los equipos también tienen su voz, sus ideas y sus propuestas, sus presupuestos y sus necesidades.Están en F1 para algo: Obtener beneficios.Económicos,emocionales,...Ninguno está para perder. Ni en F1 ni en ningún deporte con intereses profesionales.Es muy complicado cuadrar todos esos intereses y cuando tiras de una cuerda seguro que hay otra que se tensa y que incluso se llega a romper.Poniéndose en el lugar de quien teniendo TODOS LOS DATOS (que se pueden tener)y la responsabilidad de tomar una decisión EQUILIBRADA que sea aceptada por todas las partes implicadas es muy probable que la mayoría de nosotros llegáramos a conclusiones muy parecidas. Si el objetivo principal de todo esto son los datos de audiencia y seguimiento del deporte a nivel mundial, ciertamente los mandamases no lo están haciendo tan mal. Siempre habrá cosas que gusten o disgusten a unos y a otros;la unanimidad de gustos es imposible aquí y en una unidad familiar, una comunidad de vecinos o el gobierno de un pais. Saludos, que me reclaman el ordenador los estudiantes.
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