martes, 1 de mayo de 2012

Morder el polvo


Nadie discute el enorme valor que tiene la información en un mundo tan complejo y expuesto a miradas incómodas como la F1, lo que resulta de todo punto discutible es el empeño que muestran día sí y día también, a la hora de ocultarla, todos los integrantes del paddock

No puede ser, sencillamente no es de recibo que se mantenga al aficionado permamentemente a dos velas, cuando está demostrando con tesón numantino si se me permite, que no quiere perder el carro de las innovaciones técnicas que afectan a los monoplazas, en primer lugar porque disfruta con ellas, y en segundo y tal vez más importante, porque entiende que careciendo de los mínimos rudimentos en esta área, su capacidad de disfrute ante el fenómeno deportivo que supone la F1, se ve irremediablemente mermada.

Ni siquiera se trata de desvelar secretos, los secretos, sino de que el acceso a ellos no derive inevitablemente en la creación de diversas fábulas con las que los medios de comunicación asedian constantamente al aficionado, y que su sobreabundancia, lamentablemente esté alejando a los que llegaron con la intención de aprender y sienten ahora mismo y con cierto hastío, que en este mundillo no hay nadie que entienda nada.

Bastaría que los que llevan las riendas comprendieran que nos hace falta a todos una pequeña gramática mínimamente consensuada, unas sencillas líneas maestras que acaso sirvieran para que los especialistas no metieran la gamba en cada línea que escriben o en cada frase que pronuncian, con lo que el aficionado no se sentiría permanentemente toreado.

Nos han estado diciendo que la solución Sauber era la estrella de esta temporada. Nos habían advertido de que la colocación de los escapes casi al término de la parte superior de los pontones de los coches suizos, bien inclinados en dirección a la zaga, significaba la respuesta maestra para 2012. Nos susurraron al oído que Red Bull acertaba por aplicar la idea de marras, incluso nos la explicaron rescatando del olvido el efecto Coanda del que hablaba el otro día... Afirmaron sin rubor que era el inevitable camino a seguir, pero...

Sauber, esta mañana en Mugello, ha presentado a exploración una solución para sus pontones que se asemeja a la usada por McLaren en sus MP4/27, y que si se me apura, se acerca a la que ha mostrado el F2012 de Ferrari desde comienzos de temporada, de manera que la creadora de la solución maestra que todo lo resolvía y todo lo explicaba, puede estar a un paso de dar definitivamente la espalda a su invento, sencillamente para pasarse a otro.

Lo malo no es esto, entendedme, sino la cantidad de gurúes que se van quedando en el camino, porque el aficionado elige al tipo que le explica el asunto, o que cree que se lo explica, pero si descubre que ha errado y sigue errando, la cosa de la confianza mutua cojea y termina por dar yu-yu, con lo que el primero se convierte en un completo escéptico si es que no ha salido por patas. 

La FIA y en su caso la FOM, en aras de preservar el negocio, deberían ser las primeras en atender a resolver que sin una mínima pedagogía no hay tu tía ni la habrá en un futuro cercano. Como decía hace unos párrafos, no hace falta explicar los secretos, sólo hacerlos medianamente comprensibles mientras se mantiene la distancia adecuada, de forma que se muestren levemente las entrañas del engendro para impedir que el bulo o la estupidez sienten plaza en el campamento.

Las grandes corporaciones demuestran mucho celo a la hora de conseguir que sus usuarios o consumidores no pierdan la onda, no se desgajen, no se desperdiguen o no se vayan por donde llegaron. Supone un asunto que atiende a la mínima comprensión de lo que significa disponer de estrategia comercial, una forma simple de exteriorizar que se comprende lo que se lleva entre manos y que es posible acercarlo a otras menos ambiciosas, cuestión que podría encontrar solución en algo tan sencillo como crear un departamento pedagógico que explicase en qué consiste tal o cual cambio de normativa, que variables imprime al que sustituye y qué expectativas deposita sobre la temporada en la que estará vigente.

Obviamente, para que esto sucediese, la FOM y la FIA, su brazo armado, previamente deberían tenerlo claro, y ahí le damos, y bien fuerte, porque como bien se sabe, no es buena costumbre pedir peras a un olmo, y menos cuando hay a mano un periodista o un entendido que puede morder el polvo y pagar los platos rotos, como si fuese él quien los hubiese lanzado al suelo.

4 comentarios:

  1. Lo que no acabo de entender es porqué una solución particular de un equipo tiene que ser la solución universal para todos.

    Cuando introduces el efecto Coanda, con todo el sentido del mundo, ya avisas que el aire entra por la proa y se trata convenientemente hasta la popa.

    Es un todo, no es una parte sola, pero creo que si decimos esto se pierde un titular.

    Saludos

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  2. ¿Y desde cuando al poder le interesa que la gente esté bien informada de la realidad,de la verdad de las cosas que controla con tanto celo,con ese halo de impenetrabilidad,exclusivo solo para iniciados en las artes mas oscuras?

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  3. Continuando con lo que dice Grind, el poder está en manos de los ingenieros aerodinámicos, ellos se han hecho con la F1 y no pìensan soltarla. Les interesa la confusión. ¿Quiénes forman parte del technical working group? Pues eso.

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    1. Visto lo visto, deberían de dar menos puntos al primero pues es ayudada por el aire limpio.

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