Después del G.P. de Australia, alguien preguntaba en Twitter si se echaba de menos a Barrichello o Trulli. Escribí J.A.S.P. y me quedé tan pancho. Después del de Malasia, lo cierto es que me seguía rondando la cabeza la misma idea que volqué el miércoles anterior al Gran Premio, aunque esta vez me hacía la pregunta desde el otro lado: ¿qué hay de nuevo con los nuevos?
Poniéndome tiquismiquis a la hora de hacer este análisis tontorrón donde los haya (cosas de Domingo de Ramos), en sentido estrico debería quitar a los novicios que ya han corrido al menos una temporada completa en el claustro del convento, o incluso una miserable parte de sesión, pero como el saldo no nos iba a dar ni para llenar dos párrafos, lo mejor que podemos hacer es valorar en conjunto a las estrellas que recién acaban de estrenar sus luz en El Circo, digamos que de un tiempo a esta parte, así, con manga ancha, en plan portugalujo, todo ello con el fin de que no se nos quejen los puristas.
También conviene matizar que es un poco aventurado hacer valoraciones porque la nueva hornada sigue dependiendo de la calidad de los cacharros cuyos volantes manejan, como ocurriera el año pasado y el anterior, y el anterior a éste, y el anterior a este último si nos ponemos, porque en F1, en contadas ocasiones el hombre supera a su máquina, y ya se sabe, con este férreo envoltorio, los de mitad de parrilla para atrás lo llevan mucho más crudo que los que pilotan máquinas punteras.
Comencemos pues.
De abajo a arriba. Pic sobre un Marussia... Pues eso, Pic sobre un Marussia.
Turno de Toro Rosso. No nos engañemos, Ricciardo y Vergne sobre el STR7, están haciendo lo mismo que hacían Alguersuari y Buemi sobre el STR6 de final de temporada pasada, aunque a mí me cabe preguntar si el español y el suizo no habrían podido aplicar mejor que sus sustitutos su experiencia sobre los coches de este año (les preguntaré sobre ello a Marko y a Tost).
En Williams, Senna lleva un tiempo demostrando que sus carencias no parecen encontrar solución por muchos kilómetros que acumule. Titubeante, con muchos altibajos de rendimiento en carrera, no parece ser capaz de sacar chispas a su FW34. El que sí parece hacerlo, con sus más y sus menos, es el fogoso y duro Maldonado, aunque lleva dentro un algo de Petrov que no me estimula a la hora de valorarlo positivamente.
En Sahara Force India encontramos a Di Resta y a Hulkenberg. No son noveles precisamente, lo que no impide que hasta el momento pasen tan desapercibidos sobre sus respectivas monturas que importaría poco que los VJM05 fuesen conducidos por otros.
Avanzando en la tabla provisional, encontramos a Grosjean sobre Lotus. Ya corrió para Renault en 2009, pero esta temporada la estrena al completo. Califica estupendamente con su E20, pero por H o por B no pasa de la tercera vuelta en carrera. Saquen ustedes mismos las conclusiones que voy apurado de espacio.
Y llega el turno de Sauber y nos encontramos con Pérez sobre la suiza, quien en su segunda temporada está brillando con luz propia gracias entre otras cosas, a que el C31 va muy, pero que muy bien, y a que el mejicano tiene la cabeza perfectamente amueblada. Personalmente le veía dotado de un recorrido más lento, pero hay que aceptar que uno es humano y que estas cosas pasan, contando por supuesto, que Sergio parece valerlo.
Bien, del repaso a nueve pilotos en seis escuderías, creo poder sacar en claro sin demasiado margen de error, que Rubens y Jarno podrían haberlo hecho al menos tan mal o tan bien como siete de los bisoños.
Total, que aunque no parece que hayamos ganado demasiado con la incorporación de los nuevos minijobs porque el escenario parece más o menos el mismo que otras temporadas, lo cierto es que tenemos un montón de nuevas esperanzas sobre las que apostar a seguro, al menos hasta que se demuestre que donde no hay no se puede sacar, que la suerte siempre cuenta, que el dinero no lo es todo, que los jefes de escudería siempre te pueden a mandar a tomar por saco porque no has cumplido las expectativas o vaya usted a saber por qué otra cosa.
El año que viene, o incluso a mitad de éste, veremos cuántos quedan y cuántos se van con sus sueños rotos.
Os leo.
Poniéndome tiquismiquis a la hora de hacer este análisis tontorrón donde los haya (cosas de Domingo de Ramos), en sentido estrico debería quitar a los novicios que ya han corrido al menos una temporada completa en el claustro del convento, o incluso una miserable parte de sesión, pero como el saldo no nos iba a dar ni para llenar dos párrafos, lo mejor que podemos hacer es valorar en conjunto a las estrellas que recién acaban de estrenar sus luz en El Circo, digamos que de un tiempo a esta parte, así, con manga ancha, en plan portugalujo, todo ello con el fin de que no se nos quejen los puristas.
También conviene matizar que es un poco aventurado hacer valoraciones porque la nueva hornada sigue dependiendo de la calidad de los cacharros cuyos volantes manejan, como ocurriera el año pasado y el anterior, y el anterior a éste, y el anterior a este último si nos ponemos, porque en F1, en contadas ocasiones el hombre supera a su máquina, y ya se sabe, con este férreo envoltorio, los de mitad de parrilla para atrás lo llevan mucho más crudo que los que pilotan máquinas punteras.
Comencemos pues.
De abajo a arriba. Pic sobre un Marussia... Pues eso, Pic sobre un Marussia.
Turno de Toro Rosso. No nos engañemos, Ricciardo y Vergne sobre el STR7, están haciendo lo mismo que hacían Alguersuari y Buemi sobre el STR6 de final de temporada pasada, aunque a mí me cabe preguntar si el español y el suizo no habrían podido aplicar mejor que sus sustitutos su experiencia sobre los coches de este año (les preguntaré sobre ello a Marko y a Tost).
En Williams, Senna lleva un tiempo demostrando que sus carencias no parecen encontrar solución por muchos kilómetros que acumule. Titubeante, con muchos altibajos de rendimiento en carrera, no parece ser capaz de sacar chispas a su FW34. El que sí parece hacerlo, con sus más y sus menos, es el fogoso y duro Maldonado, aunque lleva dentro un algo de Petrov que no me estimula a la hora de valorarlo positivamente.
En Sahara Force India encontramos a Di Resta y a Hulkenberg. No son noveles precisamente, lo que no impide que hasta el momento pasen tan desapercibidos sobre sus respectivas monturas que importaría poco que los VJM05 fuesen conducidos por otros.
Avanzando en la tabla provisional, encontramos a Grosjean sobre Lotus. Ya corrió para Renault en 2009, pero esta temporada la estrena al completo. Califica estupendamente con su E20, pero por H o por B no pasa de la tercera vuelta en carrera. Saquen ustedes mismos las conclusiones que voy apurado de espacio.
Y llega el turno de Sauber y nos encontramos con Pérez sobre la suiza, quien en su segunda temporada está brillando con luz propia gracias entre otras cosas, a que el C31 va muy, pero que muy bien, y a que el mejicano tiene la cabeza perfectamente amueblada. Personalmente le veía dotado de un recorrido más lento, pero hay que aceptar que uno es humano y que estas cosas pasan, contando por supuesto, que Sergio parece valerlo.
Bien, del repaso a nueve pilotos en seis escuderías, creo poder sacar en claro sin demasiado margen de error, que Rubens y Jarno podrían haberlo hecho al menos tan mal o tan bien como siete de los bisoños.
Total, que aunque no parece que hayamos ganado demasiado con la incorporación de los nuevos minijobs porque el escenario parece más o menos el mismo que otras temporadas, lo cierto es que tenemos un montón de nuevas esperanzas sobre las que apostar a seguro, al menos hasta que se demuestre que donde no hay no se puede sacar, que la suerte siempre cuenta, que el dinero no lo es todo, que los jefes de escudería siempre te pueden a mandar a tomar por saco porque no has cumplido las expectativas o vaya usted a saber por qué otra cosa.
El año que viene, o incluso a mitad de éste, veremos cuántos quedan y cuántos se van con sus sueños rotos.
Os leo.
Se me ocurre una pregunta: ¿Quién opinaba que Damon Hill, con treintaitantos, pudiera llegar a ser campeón del mundo después de su temporada de 1992 con Brabham (solo logró calificar en 2 GP)?. ¿Alguien en su sano juicio pudo haber imaginado siquiera que Jenson Button llegaría a ser campeón del mundo de F1 tras su salida de Renault y su larga travesía del desierto, y aún más, que llegaría a demostrar el nivel actual en un equipo puntero y con un compañero de equipo genial y niño mimado del british establishmnet de la F1?. Cada piloto tiene un recorrido, un tempo para llegar y alcanzar su máximo nivel. La mayoría no tienen tiempo para demostrar donde puede llegar y otros te lo muestran desde el primer día; otra cosa es si "llegan" o no donde su talento apunta. Bruno Senna llegó tarde a la competición, saltándose la formación básica de la totalidad del resto, pero demostrando en F3 británica y en GP2 que puede estar delante. Se ha hablado muy poco de su excepcional carrera de Sepang, desde donde creo recordar que salía el último.¿Alguien puede poner la mano en el fuego sobre lo que puede deparar su futuro con más experiencia y un coche puntero?. Rubens y Jarno son dos personas que me caen fenomenal y dos pilotazos que ya han tenido su carrera en F1 y que, en mi opinión, debían dejar pista libre para que otros más jóvenes construyeran la suya como debe hacerse: Poco a poco y con el empo adecuado. Yo soy asturiano y tu vasco ¿a que a los dos nos gustan los guisos hechos a la vieja usanza mucho más que los de olla express?.Saludos.
ResponderEliminarCheco: "Me hace sentir orgulloso el hecho de que haya gente que me compare con alguien como Senna, pero todavía debo hacer mucho en mi carrera antes de recibir este tipo de elogios."
ResponderEliminar¡Otro Senna más! Esto ya cansa...