El tradicional pesimismo español, unido a la también tradicional subyugación que nos produce todo lo que viene de fuera, delatados magníficamente por don Miguel de Unamuno allá en la prehistoria de nuestros tiempos modernos, sigue jugándonos la mala pasada de siempre, nublándonos el sentido en primera instancia, y permitiéndonos, en segunda, que bajemos los brazos ante supuestos imperativos del destino, como si hacer milagros sólo estuviera al alcance de los británico (perdonadme la licencia).
Como pudísteis observar, ayer hablé poco de Fernando Alonso, lo justito, vamos, pero hoy toca rozarlo, porque la FIA, lo tiene en su punto de mira aunque diga lo contrario, y lo comento porque ya cansa la excesiva carga de responsabilidades que se aplica sobre los equipos donde milita, mientras se hurta al respetable la definición de las auténticas culpabilidades, que las hay, y abundantes.
Es lo más cómodo, lo reconozco y acepto, pero no deja de ser profundamente sospechoso.
Mal que queramos, Gran Bretaña pinta poco en esto del mundo del automóvil, y si pinta algo, es porque su industria necesita de bobos en estamentos que van por la vida ejerciendo el fair-play a su manera, y de incautos que ríen las gracias de estos últimos sin parase a analizar mínimamente las cosas.
La F1 no es un deporte inglés, ni británico. En sentido estricto tampoco es un deporte, sino un negocio que está gobernado por interes concretos que están donde están como podían haber estado en otro sitio. Pero lo importante es que poco podemos hacer clamando en el desierto para que el asunto cambie en su perspectiva mientras los que deberían hacerlo, se encargan de remachar constantemente los clavos made in China con vitola pseudo europea.
La cosa es que como dije hace tiempo, esto que me carga tanto es el lugar donde trabaja uno de los tipos a los que más admiro. No estoy sólo, lo sé. Sus compañeros de profesión, incluso la prensa más especializada del mundo, dicen en cuanto tienen oportunidad que Fernando Alonso es el mejor piloto de la actualidad. Y ahí anda también una afición que no es ciega ni mucho menos...
Ergo, como diría aquél, si el mejor piloto del momento no goza del cariño del máximo organismo que rige todo esto, como gozara Michael Schumacher, por ejemplo, pues como que nada podemos hacer hasta que caiga el tercero y sucesivos, salvo armarnos de valor y paciencia mientras nos encomendamos a Santiago y la Virgen de Covadonga, declamando a Espronceda —¡Viento en popa a toda vela!— para atenuar las majaderías que nos dictan que la F1 es un deporte británico y que por eso pasa lo que pasa...
Sí, ya, y Egipto no está en el norte de África, sino en el British Museum, ¡nos ha jodido!
Como pudísteis observar, ayer hablé poco de Fernando Alonso, lo justito, vamos, pero hoy toca rozarlo, porque la FIA, lo tiene en su punto de mira aunque diga lo contrario, y lo comento porque ya cansa la excesiva carga de responsabilidades que se aplica sobre los equipos donde milita, mientras se hurta al respetable la definición de las auténticas culpabilidades, que las hay, y abundantes.
Es lo más cómodo, lo reconozco y acepto, pero no deja de ser profundamente sospechoso.
Mal que queramos, Gran Bretaña pinta poco en esto del mundo del automóvil, y si pinta algo, es porque su industria necesita de bobos en estamentos que van por la vida ejerciendo el fair-play a su manera, y de incautos que ríen las gracias de estos últimos sin parase a analizar mínimamente las cosas.
La F1 no es un deporte inglés, ni británico. En sentido estricto tampoco es un deporte, sino un negocio que está gobernado por interes concretos que están donde están como podían haber estado en otro sitio. Pero lo importante es que poco podemos hacer clamando en el desierto para que el asunto cambie en su perspectiva mientras los que deberían hacerlo, se encargan de remachar constantemente los clavos made in China con vitola pseudo europea.
La cosa es que como dije hace tiempo, esto que me carga tanto es el lugar donde trabaja uno de los tipos a los que más admiro. No estoy sólo, lo sé. Sus compañeros de profesión, incluso la prensa más especializada del mundo, dicen en cuanto tienen oportunidad que Fernando Alonso es el mejor piloto de la actualidad. Y ahí anda también una afición que no es ciega ni mucho menos...
Ergo, como diría aquél, si el mejor piloto del momento no goza del cariño del máximo organismo que rige todo esto, como gozara Michael Schumacher, por ejemplo, pues como que nada podemos hacer hasta que caiga el tercero y sucesivos, salvo armarnos de valor y paciencia mientras nos encomendamos a Santiago y la Virgen de Covadonga, declamando a Espronceda —¡Viento en popa a toda vela!— para atenuar las majaderías que nos dictan que la F1 es un deporte británico y que por eso pasa lo que pasa...
Sí, ya, y Egipto no está en el norte de África, sino en el British Museum, ¡nos ha jodido!
Creo que el comentario que he hecho en el artículo anterior, debería haberlo puesto aquí, pero es que he leído el otro antes que este.
ResponderEliminarMi pregunta ahora es para los entendidos, ¿como se puede controlar el mapa motor que usa cada coche sin subirlo al banco de pruebas?
Me parece que el tema del control de escapes es otra salida de pata de banco de la FIA
Ahhhhhhh es que Ferrari ya lo tiene...
Debemos seguir siendo testarudos, como Alonso, y no olvidar todos los obstáculos y todos los contratiempos (todas las putadas). Cuando Alonso sea tricampeón quedará una película espectacular. Jejejé...
ResponderEliminarYo soy de los que creía en la limpieza de esto pero estoy perdiendo la fe. Whitting debería desaparecer y los equipos deberían pedir un panel de expertos de verdad que juzguen las acciones en pista y las evoluciones de los equipos. Eso sin hablar de la cambiante normativa y el agujero negro al que nos llevan. Dicho esto no creo que Alonso sea el objetivo de nadie. Simplemente intentan manipularlo todo para que los mundiales se jueguen en la última carrera. A ver cómo lo hacen este año.
ResponderEliminarBuenas tardes.
ResponderEliminarTadeo ;) XDDDDDD Te la devuelvo :P Todavía no he leído el comentario que dices XDDDDD En cuanto a la pregunta hay más tomate: forma parte del software y pasa por la Centralita Única. Estaba consentido (vamos a dejarlo ahí XDDD) y ahora supone un riesgo gordo, así que toca eliminarlo, y encima, delata que lo del 107% estaba más que controladito y que iban a por los pequeños de mala manera ;P
Graograman ;) Y en 3D, amigo XDDDDDDD
Arce ;) Yo soy de los que aceptaba una buena cuota de porquería, ya ves :P En realidad ha habido caca siempre, pero la cantidad actual empieza a no ser tolerable :P Y en cuanto a lo de Fernando, sinceramente creo que siendo el mejor, como dice todo el mundo, hay una necesidad excesiva en tenerlo a raya para mantener, como tú dices, todo bajo control hasta la última carrera ;)
Un abrazote
Jose
Buenísimos los comentarios y réplicas de la entrada anterior y ésta necesaria, ¡caramba!, ya está bien. Seamos un poco serios y fríos. Vayamos más allá del mero alonsismo o anti lo que sea.
ResponderEliminarHamilton tuvo que ser callado por sus jefes el otro día cuando probó los duros y al bajarse del coche dijo literalmente que eran una "m".
Hoy he escuchado a Villadelprat en Marca TV y --¡perpleja estoy!-- ha dicho lo mismo que tú: A la pregunta de si Ferrari no funciona por su "italianización", ha afirmado: "no creo, ni Tombazis, ni Fry ni el fichaje último de Red Bull son italianos, es más el actual responsable aerodinámico de McLaren es el que echaron de Ferrari. Hoy los italianos ya saben, y desde hace mucho tiempo, trabajar con una filosofía de equipo y un sistema de trabajo exactamente igual al de los ingleses, la F1 no es mejor hecha por ingleses" (cito de memoria).
Y aquí seguimos llevando "la burra al trigo" , no queriendo ver que hay una situación extra deportiva, que está devaluando la competición, que se está falseando el llamado "espíritu de la norma" y que, extrañamente esa norma está distribuída por una entidad dominada por ingleses. Los dueños de la baraja.
Lo puedes decir más alto, pero no más claro.
Un besote
Buenos días.
ResponderEliminarConcha ;) La burra no tiene argumentos y lo que es peor, no saber crearlos. Las excusas han ido bien hasta ahora, pero hay que exigir más incluso en esto de la crítica. A ver cómo llegamos a Mónaco XDDDD
Un besote
Jose