Un poquito de por favor

No salgo de un susto que caigo en otro, y no es que me importe mucho ir dando tumbos a cuenta de las múltiples lecturas que ofrece el actual campeonato de F1, pero sí me gustaría gozar de una perspectiva algo más limpia, entre otras cosas porque lamentablemente bebo de lo que se dice por ahí y lo cierto es que la oficialidad de nuestro periodismo anda más perdida que un pulpo en un garaje, y claro, así pasa lo que pasa.

La perfección, como sabemos, no existe, pero el perfecto RB7 que nadie ha explicado sigue siendo perfecto aunque a Vettel le dieran varapalo el domingo pasado. McLaren no iba a hacer nada, pero lo está haciendo y hoy es ejemplo a seguir al cabo de sólo tres carreras. Hispania estaba haciendo el ridículo en Melbourne, pero en Shangai… bueno, sobre el comportamiento de HRT en China hay que hurgar bastante para encontrar una miserable mención a lo bien que han resuelto la papeleta que tenían ante sí. Ross Brawn era el mejor estratega del mundo mundial, pero a pesar de que sus vehículos siguen haciendo el gandul por las pistas (¡coño, es el segundo año como Mercedes y el tercero con el británico al frente, si contamos Brawn GP!), sigue siendo el mejor estratega y todos tan panchos.

¿Y Williams? Pues siendo una gran alternativa se ha quedado firmando el primer comienzo de sesión en muchos años. ¿Y Renault? Pues nadie sabe cómo ha sido, pero ha sido.

Ferrari se lleva la palma en esto del despropósito futbolero que empapa nuestro deporte, que pide la cabeza del entrenador en los primeros compases de la liga a poco que los resultados no acompañen o no sean los esperados. La italiana iba mal, sigue yendo mal, y conviene que se pongan a pensar en el coche del año que viene, tal vez porque el de Ross Brawn es un buen ejemplo a seguir, ya que como es bien sabido, es un gran estratega y el año pasado paró máquinas para concentrarse en el MGP W02 de 2011. Además, lo dijo Fernando el domingo, aunque el sábado afirmó que el podio era posible…

Por cierto, ¿sabemos realmente cómo está diseñado mecánica y aerodinámicamente el F150th, o de qué armas dispone el equipo para resolver sus problemas? ¿Y del RB7, se conoce algo? Menos mal que a trancas y barrancas la afición sigue intentando atar cabos (El gato está triste y azul [C.S.I. NY]).

Y lo cierto es que importa un pimiento si hay margen o no, basta que los resultados de cada carrera ofrezcan grandes titulares para que se siga bailando la tarantela, ahondando en el drama o incluso en la tragedia griega, porque ése es el camino más sencillo de todos, ya que visto lo visto, explicar bien las cosas, tratar de llegar donde lo impiden las mamparas o las lonas que guardan celosamente los secretos de cada escudería, se ha vuelto un concepto totalmente obsoleto en lo nuestro, cuando antes era una responsabilidad que bien desempeñada permitía a cualquier periodista dar crédito a lo que afirmaba o negaba.

La bruma espesa de la ausencia de datos nos impide hacer juicios de valor que lleven a ninguna parte, y mientras perdure por falta de narices para tirarse a la piscina o por sencilla incompetencia, toca emular al portero de «Aquí no hay quien viva», solicitando un poquito de por favor y alguna aspirina que otra con que aliviar los dolores de cabeza que producen tanto palo de ciego.