La carrera de hoy ha sido mayúscula, así, con todas las letras, y no por un KERS que sigue sin dejar de ser un complemento totalmente idiota en su aplicación, pues lo mismo sirve para atacar que para defender, malversando la tradicional lucha entre motores y plataformas, porque éstas ya no son lo que eran gracias a que el bendito cachivache lima artificialmente las diferencias durante 6,7 segundos.
Tampoco lo ha sido por el DRS, que hoy se ha quedado corto en espacio de utilización y que ha vuelto a demostrar en el vehículo de Alonso que puede darnos un disgusto el día menos pensado. El alerón configurable ya avisó de sus carencias en el Williams de Rubinho, durante la disputa del G.P. de Australia, y supuso un lastre cuando no funcionó ni a la de tres sobre el de Alonso en Malasia. Esta tarde sólo ha funcionado solo, aunque durante un intervalo breve de tiempo... En todo caso, el DRS me parece otro suplemento artificial (¿ya van?), que hurta a la competición su contenido tradicional de lucha entre pura sangres, entre inteligencias, entre máquinas y manos, lo que ha sido siempre, vamos.
Menos aún por los compuestos de Pirelli, y no por el trabajo en sí que ha realizado hasta el momento la firma italiana, sino por la manía del proveedor único que tiene el máximo organismo que rige esto, que convierte en una tómbola la utilización de las gomas actuales pues como todavía estamos en fase de experimentación y no hay alternativas, existe la posibilidad de que algunas no respondan como se espera. Por si fuera poco, su degradación convierte en un campo de minas los aledaños del carril de paso...
Decía al comienzo que la carrera de Shanghai ha sido un lujo mayúculo con el que he disfrutado como un jabato, porque por encima de las abundantes muestras de incompetencia arrogables a la FIA que he descrito, ha surgido el espectáculo desde las entrañas mismas de lo que queda de deporte en este negocio, brillando con nombre propio gracias a un exultante Lewis Hamilton ante quien sólo cabe quitarse el sombrero.
Pero como en toda história épica, en la que hemos vivido esta mañana también ha habido víctimas propiciatorias que han servido al decorado cayendo una a una en la misma trampa.
Ferrari, desde luego, aunque si ni siquiera el mago Ross, quien pasa por ser uno de los mejores estrategas del paddock, ha podido salvar del desastre chino a sus vehículos, a lo mejor es que no lo ha hecho tan mal la italiana. Y Red Bull, que con la estrategia correcta ha impedido a Vettel rematar la faena, y con la incorrecta ha permitido a Webber subir desde la posición 18 hasta pisar el podio. Todo un poema.
Y termino con una reflexión:
Si la norma del 107% se ha establecido este año para impedir que un vehículo más lento moleste en exceso a otro más rápido, ¿qué se puede decir al respecto del que conducía el Premio Príncipe de Asturias del Deporte de 2007? ¿Este tipo corre por joder, por divertirse jodiendo, por ayudar a alguien jodiendo a un rival concreto, por ir de sobrado o porque añora unos laureles por los que ya no lucha? Por favor, que alguien me lo explique, porque me parece tan prescindible sobre la pista como el KERS, el DRS o las virutas de goma made in Pirelli.
Tampoco lo ha sido por el DRS, que hoy se ha quedado corto en espacio de utilización y que ha vuelto a demostrar en el vehículo de Alonso que puede darnos un disgusto el día menos pensado. El alerón configurable ya avisó de sus carencias en el Williams de Rubinho, durante la disputa del G.P. de Australia, y supuso un lastre cuando no funcionó ni a la de tres sobre el de Alonso en Malasia. Esta tarde sólo ha funcionado solo, aunque durante un intervalo breve de tiempo... En todo caso, el DRS me parece otro suplemento artificial (¿ya van?), que hurta a la competición su contenido tradicional de lucha entre pura sangres, entre inteligencias, entre máquinas y manos, lo que ha sido siempre, vamos.
Menos aún por los compuestos de Pirelli, y no por el trabajo en sí que ha realizado hasta el momento la firma italiana, sino por la manía del proveedor único que tiene el máximo organismo que rige esto, que convierte en una tómbola la utilización de las gomas actuales pues como todavía estamos en fase de experimentación y no hay alternativas, existe la posibilidad de que algunas no respondan como se espera. Por si fuera poco, su degradación convierte en un campo de minas los aledaños del carril de paso...
Decía al comienzo que la carrera de Shanghai ha sido un lujo mayúculo con el que he disfrutado como un jabato, porque por encima de las abundantes muestras de incompetencia arrogables a la FIA que he descrito, ha surgido el espectáculo desde las entrañas mismas de lo que queda de deporte en este negocio, brillando con nombre propio gracias a un exultante Lewis Hamilton ante quien sólo cabe quitarse el sombrero.
Pero como en toda história épica, en la que hemos vivido esta mañana también ha habido víctimas propiciatorias que han servido al decorado cayendo una a una en la misma trampa.
Ferrari, desde luego, aunque si ni siquiera el mago Ross, quien pasa por ser uno de los mejores estrategas del paddock, ha podido salvar del desastre chino a sus vehículos, a lo mejor es que no lo ha hecho tan mal la italiana. Y Red Bull, que con la estrategia correcta ha impedido a Vettel rematar la faena, y con la incorrecta ha permitido a Webber subir desde la posición 18 hasta pisar el podio. Todo un poema.
Y termino con una reflexión:
Si la norma del 107% se ha establecido este año para impedir que un vehículo más lento moleste en exceso a otro más rápido, ¿qué se puede decir al respecto del que conducía el Premio Príncipe de Asturias del Deporte de 2007? ¿Este tipo corre por joder, por divertirse jodiendo, por ayudar a alguien jodiendo a un rival concreto, por ir de sobrado o porque añora unos laureles por los que ya no lucha? Por favor, que alguien me lo explique, porque me parece tan prescindible sobre la pista como el KERS, el DRS o las virutas de goma made in Pirelli.
Totalmente de acuerdo, una autentica señora carreraza. Me trague hasta la repeticion.
ResponderEliminarY a todo esto, ¿no considera el señor Orroe que tu, mi, nuestro Felipe ha estado por fin como tiene que estar? ;-)
Mi querida Noe ;) A Felipe le dedico mañana una entrada completa. ha estado soberbio, pero La Scuderia le ha chafado el sobresaliente que se merecía ;)
ResponderEliminarUn besote
Jose
¡Uy, qué ganas de leerla! :)
ResponderEliminarel Premio Príncipe de Asturias 2007, dicen, que corre por dinero, que invirtió mucho en una promotora en Dubai o en un país de esos y con esto de la crisis hizo plof. Dicen, ya sabes, normalmente malas lenguas. Y por fastidiar, porque no tiene una buena acción ni por error.
ResponderEliminarLos adelantamientos de Hamilton a Button y a Vettel hizo que me levantara del sofá y que la carrera mereciera la pena. Mejor el adelantamiento a Button, más auténtico. El de Vettel marcado por la estrategia y los neumáticos. El resto me parece un esperpento.
Un saludo,
Susana
Carrerón donde los haya gracias a los Pirelli que han generado una soberbia incertidumbre y a algunos cambios antológicos del guión como el de Vettel pasando a los dos McLatas en la misma vuelta ( hay precedentes? ) … Button, si lo que has hecho tú lo hace Fernando…
ResponderEliminarComprendo que para algunos la "ilegibilidad" de estas carreras sea insoportable: la estrategia es la nueva protagonista. Estar 10 segundos delante o 20 detrás ya no quiere decir lo mismo que antes, esto trastoca nuestras referencias y es difícil de saber quién se llevara el gato al agua. Como tú dices si hasta el propio Ross Brawn está perdido en este galimatías de probabilidades, dónde estaremos nosotros?
Por cierto dónde está Ferrari? Está realmente tan mal? La cosa no está como para tirar cohetes, pero Massa llegó a meta a 15 segundos de Hamilton y a unos 8 del podio. Y si Fernando hubiese entrado a cambiar en el primer stint una vuelta antes?
Hamilton ha merecido ganar, pero que estaríamos diciendo si como se temían en boxes hubiese dado la última vuelta sobre las lonas? vistas las distancias con sus perseguidores podría haber entrado quinto, o no haber entrado!
Demasiadas variables como para poder calibrar fácilmente una opinión. Tanto mejor, tenemos dos semanas de travesía del desierto y esta carrera nos ha dejado suficiente carnaza entre los dientes como para acometerla relamiéndonos.
Saludos :)
¡Cómo duelen tus palabras hacia mi amado Michael! Pero que puedo decir, le has dado en el clavo. Animarlo siempre ha sido un placer culpable. Un abrazo. Felipe.
ResponderEliminarEsta vez no estoy de acuerdo, y si esta misma carrera con estos mismos coches hubieran tenido las ruedas de piedra del año pasado, con suerte hubiéramos visto 2 adelantamientos y hubiera ganado Vettel por que Ham podía haberse comido 10 vueltas tras él e igual no lo adelanta. Yo he disfrutado mucho con esta carrera, hacía tiempo que no me divertía de esta manera, y ha sido por los neumáticos, y también por el DRS, si desvirtúa la competición se lo dejo a los sibaritas a mi desde siempre lo que me gusta es ver carreras de coches y cuanto más entretenidas mejor.
ResponderEliminarNo creo que el Ferrari vaya tan mal como parece, muchos errores del equipo y no solo con la estrategia, también con los tiempos en el cambio de neumáticos.
No lo vi tan mal a Schumi, salió en P14 y entró en P8, está claro que no es el que era pero hizo una buena carrera, su batalla con Alonso fue bastante bonita y propició una maniobra del nano fantástica.
Saludos
Distingo emoción de entretenimiento: esta carrera me ha entretenido, pero no me ha emocionado. Más entretenido aún sería que se decidiera por azar en qué vuelta un safety reduciría las diferencias y echaría a pique las estrategias, pero me parecería una aberración casi como aquélla de mojar artificialmente la pista en mayor beneficio (económico) del espectáculo: personalmente espero de la F1 que me emocione y para eso poco ayudan los DRS y el protagonismo excesivo del fabricante de neumáticos.
ResponderEliminar