Mañana comienza la ración de milagros que esperamos los de este lado. Sospecho de buena tinta que ya está volando por los cielos, con dirección al gigante de los gigantes asiáticos, un alerón mágico con el que nuestro asturiano conseguirá salir desde la pole el domingo, para ganar la carrera haciendo un Gran Chelem que va a dejar con la boca abierta a más de uno.
Entre ponerme del lado de los que han visto una espantada de gallinas en el viaje de ida y vuelta a Italia que han realizado Domenicali, Costa y Fry, y situarme en que estos tres piezas tenían algo más inteligente que hacer, me coloco instintivamente en el lado más esperanzador de la cosa, en ése que me susurra al oído que los generales de Maranello debían valorar in situ los avances de la artillería pesada y la posibilidad de adelantar los acontecimientos.
Visto está que para entrar a formar parte de esta fauna de gente extraña que nos encandila tanto, además de un buen curriculum hace falta disponer del título que expende The Actors Studio, y a poder ser con nota de sobresaliente para arriba, porque ahí dentro miente hasta el de la escoba, como mienten aquí afuera los que siguen acojonándonos con el apocalipsis económico, los que nos metieron en esta mierda, los que se han ido de rositas, los que no cumplieron lo que se les había encargado pero siguen supervisando lo bien que salimos de su lío, los que no se enteraron de que la cosa iba en serio y los que aspiran a sustituirlos para gestionar la ruina a la que tanto han contribuido...
Vamos, que el asunto éste de que nos mientan a la cara no sé por qué nos viene tan holgado. Miente Vettel, miente Horner y miente Marko, entonces ¿por qué coño iban a tener que decir la verdad los de la escuadra rossa?
Hoy, 14 de abril, los mayores jugamos a que se descuaderna el mundo, pero los agentes secretos siguen cumpliendo años mientras alguien posa un beso tierno en su frente.
Sostengo entre los dientes la última pipa del día y tengo necesidad de salir de la esquina del cuadrilátero donde quedé encajado a mediados de la semana pasada, para irme derechito al centro, con la guardia alta y dispuesto a lo que venga. Así que no me creo que haya fallado el túnel de viento y sí que aún es pronto para implementar la nariz flexible, y que por tanto hay mucho riesgo en la operación que va a comenzar a ponerse en marcha mañana por la mañana, y que por ello hacía falta que la gente grande la aprobara pues la menuda ya está preparada y dispuesta para dejarse las entrañas en aras de que el rosso scuderia brille en lo más alto cuando el banderazo del domingo anuncie que el asalto ha terminado.
Pesimistas, agoreros y tristes del mundo, ¿qué papel me daríais? ¿El de malo, verdad? Pues eso.
Entre ponerme del lado de los que han visto una espantada de gallinas en el viaje de ida y vuelta a Italia que han realizado Domenicali, Costa y Fry, y situarme en que estos tres piezas tenían algo más inteligente que hacer, me coloco instintivamente en el lado más esperanzador de la cosa, en ése que me susurra al oído que los generales de Maranello debían valorar in situ los avances de la artillería pesada y la posibilidad de adelantar los acontecimientos.
Visto está que para entrar a formar parte de esta fauna de gente extraña que nos encandila tanto, además de un buen curriculum hace falta disponer del título que expende The Actors Studio, y a poder ser con nota de sobresaliente para arriba, porque ahí dentro miente hasta el de la escoba, como mienten aquí afuera los que siguen acojonándonos con el apocalipsis económico, los que nos metieron en esta mierda, los que se han ido de rositas, los que no cumplieron lo que se les había encargado pero siguen supervisando lo bien que salimos de su lío, los que no se enteraron de que la cosa iba en serio y los que aspiran a sustituirlos para gestionar la ruina a la que tanto han contribuido...
Vamos, que el asunto éste de que nos mientan a la cara no sé por qué nos viene tan holgado. Miente Vettel, miente Horner y miente Marko, entonces ¿por qué coño iban a tener que decir la verdad los de la escuadra rossa?
Hoy, 14 de abril, los mayores jugamos a que se descuaderna el mundo, pero los agentes secretos siguen cumpliendo años mientras alguien posa un beso tierno en su frente.
Sostengo entre los dientes la última pipa del día y tengo necesidad de salir de la esquina del cuadrilátero donde quedé encajado a mediados de la semana pasada, para irme derechito al centro, con la guardia alta y dispuesto a lo que venga. Así que no me creo que haya fallado el túnel de viento y sí que aún es pronto para implementar la nariz flexible, y que por tanto hay mucho riesgo en la operación que va a comenzar a ponerse en marcha mañana por la mañana, y que por ello hacía falta que la gente grande la aprobara pues la menuda ya está preparada y dispuesta para dejarse las entrañas en aras de que el rosso scuderia brille en lo más alto cuando el banderazo del domingo anuncie que el asalto ha terminado.
Pesimistas, agoreros y tristes del mundo, ¿qué papel me daríais? ¿El de malo, verdad? Pues eso.
Parece que has bajado del Monte Sinaí con las Tablas en la mano, seguro que contienen la verdad; me gusta esa dualidad que destilas entre crítico con los que nos (mal)gobiernan y quienes gobiernan la clasificación y, por otro lado, positivo ante el futuro, esperanzador.
ResponderEliminarYo, con esa arenga, estoy dispuesto a formar parte de tu ejército y el domingo celebramos ese gran chelem de Alonso, en lo alto del podio, demostrando que está ahí porque se lo merece.
Que maravilla de blog. Que maravilla de entrada. Muchas gracias
ResponderEliminarUff orroe.. yo es que no sé, me cuesta mucho ver en la scuderia este cuento tan bonito de tus primeras lineas. no por los momentos.. no sé, me siento culpable por pensar así, pero de la otra forma hace mucho daño-- no lo sé la verdad :s
ResponderEliminargrande Orroe
ResponderEliminarUn bonito secreto de chamán: ser polvo en el viento y sentirlo, y llegar a disfutarlo. Controlar todo nos produce angustia, pero si no conseguimos el control absoluto también nos ahogamos. El reto es ése: resolver confiando en nuestras fuerzas, decidir libremente, a cada momento lo que uno cree conveniente: ya sea recorrer medio mundo para buscar un alerón, como salir al centro del ring a guardar la espalada de aquel en quien confías. Yo confío en ese pilotazo que es Fernando y en unos locos empecinados en que su coche quede grabado en nuestras retinas llegando primero a meta.
ResponderEliminarLos demás...¡que hablen!...polvo en el viento.
Tu escrito de hoy es un regalazo XD.
nunca le daría menos que mi voto de confianza a un templo sagrado del viento como Maranello, pero vamos a reconocer las habilidades histriónicas de por lo menos Luca...
ResponderEliminarQue lindo, lo leí en voz alta, dos veces. Es una declaración de guerra al optimismo? es más una bofetada a la cantada boba con que nos acunan...
Adiós, Darth orroe...
Hola a todos
ResponderEliminarHace ya bastantes meses escribiste un artículo cuando las cosas le iban al nano rematadamente mal en Renault.
Recuerdo un llamamiento a los formula-creyentes de todo el país para que encendiéramos una luz de esperanza hacia el futuro.
De todas partes del país, surgió alguien que te apoyaba, y aquello era la Reggie sin presupuesto y con una baja personal enorme como fue el jefe de ingeniería de Renault.
Sobre la llamada de hoy poco tengo que decir, somos unos cuantos a los que no hay que incitar mucho para que saquemos el optimismo, porque además es verdad.
No se si hará el Gran Chelem, creo que la mayoría nos conformariamos con que Ferrari pudiera disputar una carrera antes de venir a Europa. Una vez aquí, el martillo pilón empezará de nuevo.
Saludos
PD: nada de Magic que ya tenía dueño, Alonso "The Hammer"
Forzaaaaa compañeros!!!!!!
ResponderEliminarTadeo, me gusta eso del martillo pilón, pero a este paso vamos a tener que adjudicárselo a Vettel.
ResponderEliminarLo que si le concedo a Fernando es la capacidad de poner nerviosos, muy nerviosos, a sus rivales. Sólo necesita una miajita de prendedero, un primer puesto, un podium bien ganado, para que en Red Bull comiencen a sentir cierta rigidez en el cuello, un sudor frío por la espalda...
haciendo, cada uno lo suyo, a Seb le llamamos Frigodedo, otra cosa es que reconozco que es un campeón, pero no tiene el comportamiento en pista de Alonso que a veces gana por pesado.
ResponderEliminarY si no, que se lo digan a Drinkkonen
Está difícil Orroe. Yo no creo que en Ferrari estén mintiendo o actuando. Creo que los demas equipos esperaban, estaban casi convencidos, de que la FIA declararía ilegal el alerón delantero de Red Bull. Y les ha pillado a contrapié. No dudo que el Red Bull seguiría siendo superior, pero quizás no tanto.
ResponderEliminarEl caso es que me gustaría ver a Alonso con un coche tan superior, hacer pole tras pole, victoria tras victoria....
Un beso, Susana