A los compañeros se les debe un respeto, pero el viernes llamaba Cavallino a Silvo en el blog de éste último y aquí estoy, dispuesto a lavar mis culpas intentando restañar el tonto agravio cometido sobre dos personas a las que aprecio y a las que suelo leer a hurtadillas en mis rondas nocturnas aunque no deje migas de mi paso.
Gracias a la generosidad de Silvo mi desliz ha pasado totalmente desapercibido, pero, y aquí viene lo bueno, el asunto no deja de ser un síntoma más de la vorágine en la que nos vemos envueltos en esto que llaman la red de redes. Y el caso es que él (Silvo), ella (Cavallino), y yo mismo, formamos parte de la misma locura, y creo sinceramente que lo llevamos bastante bien a pesar de que en lo que respecta a la F1 observemos lo que acontece en su interior desde perspectivas disparatadamente separadas en el tiempo.
Como sabéis, nunca he tomado en serio aquello de yo llegué primero. ¿Qué demonios importa desde cuándo sigue uno las evoluciones de los monoplazas sobre una pista, si no es capaz de entender que los tiempos corren que se las pelan mordiéndonos el culo? Lo importante es, a mi modesto entender, precisamente que podemos seguir disfrutando de lo mismo con nuevos compañeros de viaje que te alientan a verlo como recién estrenado, y con ello me quedo.
Pero no me voy a enredar, que me conozco. Aquí arriba tenemos al gran Tazio Nuvolari sobre su Cisitalia, pasando garboso ante la gente de su garaje con el volante en la mano, en 1946, y me pregunto ahora por si aquellos años gloriosos fueran acaso los nuestros y Charlie Whiting estuviera a los mandos de la cosa, ¿no sería que habrían empurado de mala manera al de Mantua?
¿Qué tal un drive-through por actitud temeraria, o un stop and go por saltarse las normas...? ¿Qué más da? Los mismos que dicen buscar el espectáculo lo han ido arrinconando de mala manera. Hoy se penaliza desde el arrojo en un adelantamiento a la inteligencia pilla al volante. Se castigan las malas formas, dicen, cuando han sido las maneras de siempre, el exponente clásico de un deporte que ha llegado a lo más alto precisamente porque hubo quien en sus entrañas buscó pisar firme sobre el filo de una navaja sin cortarse.
No nos engañemos, duelos como el que mantuvieron Villeneuve y Arnoux en Dijon (1979) hoy no tendrían cabida; como tampoco tendrían hueco victorias como la de Fittipaldi en Montjuic con un neumático trasero pinchado (1973); o evoluciones sobre tres ruedas para llegar al garaje, como el lance que protagonizó el quebequés de Ferrari en Zandvoort (1979); sencillamente porque la normativa vigente no lo permite. Por no haber, hoy no habría ni posibilidad de adelantamientos al límite como el que le metió Piquet a Senna en Hungría (1986). No, Nuvolari no habría pasado el corte de los nuevos tiempos conduciendo su vehículo sin volante...
Lo que me lleva a dedicarles a Bernie y a su gente las estrofas de un poema de nuestro sin par Gustavo Adolfo Béquer, convenientemente ajustado a lo que tratamos:
¿Qué es espectáculo? —dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es espectáculo? ¿Y tú me lo preguntas?
Espectáculo... eres tú.
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es espectáculo? ¿Y tú me lo preguntas?
Espectáculo... eres tú.
Hoy va por vosotros: Silvo, Cavallino, buena gente, grandes siempre. Gracias por andar por ahí.
Cierto, lo importante es que tenemos un denominador comús, se nos puede sumar jaja, y es la F1, esos dueñlos míticos eran con otros coches ahora mejorar la aerodinámica propia tre empeorar el rebifo y se hace más difícil la bella maniobra del adelantamiento, es bella por lo difícil pero la han vuelto casi imposible y eso ya no es bello.
ResponderEliminarJaja, he visto varias veces errores,yo mismo he tenido alguno, pasamos de una página a otra deprisa y es lo que tiene jaja, un abrazo y a seguir disfrutando aunque sea dos semanas más tarde de lo previsto
Hola, yo ya me he hecho seguidor de tu blog. Me ha gustado mucho. Es muy completo, y esta muy actualizado. Me gustaría que tu te unieras al mío. Se llama: ruedasatope.blogspot.com
ResponderEliminar¡¡¡Nos leemos!!!
Un besote!
ResponderEliminarJosetxu, ¿conducir sin volante???, ¡cómo?, Me parece épico y, por desgracia, inconcebible en el Bernishow.
ResponderEliminarGracias por estas miguitas.
Un besote
¿Alguien sabe qué demonios es esa protuberancia del McLAren?
ResponderEliminarhttp://www.caranddriverthef1.com/
Jajaja, terminarás ardiendo en las llamas eternas del infierno verde: pero, mientras llegas, el post de hoy me ha encantado: una hermosa forma de aclarar un malentendido.
ResponderEliminarEn cuanto al fondo, hay valores que han cambiado en nuestra sociedad y ayer, día mundial de la mujer, deja claro que la F1 ya no es un deporte de conducir con los testículos, sino con técnica, valentía e intuición; de la misma forma ha cambiado la concepción de la seguridad, o de la violencia o del ,medioambiento y, nos guste o no, la actual F1 es en `parte (la que le deja Ecclestone) fruto de esos nuevos valores.
Perdón por la abrupta interrupción, pero no quiero que se me pase una semana más sin felicitar a Josetxu por su MAGNA intervención en GP Cast...Sobresaliente intervención, sensatísimo todo y con un punto de distancia que me ha encantado; y además un grato descubrimiento en el podcast la aparición de ese acentazo de Bilbao...XD.
ResponderEliminarFabuloso, Orroe. Que se repita pronto.
Buenas tardes.
ResponderEliminarSilvo ;) Gracias, compañero ;)
Todo Motor ;) Yo también me he hecho seguidor del tuyo ;)
Cavallino ;) Otro de vuelta XDDDDDD
Concha ;) Se soltó, ni más ni menos. El resto consistió en girar directamente con la mano XDDDDD ¡Qué tiempos! XDDDDDD
Aficionando ;) Llego tarde, pero parece ser que era un radomo para obtener información :P
José Luis ;) XDDDDDDDDDD Me temo, amigo, que Bernie quiere volver a aquello, pero sin saber cómo... o mejor dicho: sabiéndolo, pero no queriendo soltar lo que tan fuerte agarran sus manos :P
Carlogratto ;) XDDDDDDDDDD Se agradece ;) A ver si hay oportunidad de repetir, que ya me gustaría XDDDDD
Un abrazote
Jose