El toro por los cuernos, Luca

Soy un poco cazurro para los juegos de cartas, si me invitan a jugar necesito que un alma caritativa me recuerde las reglas elementales de una simple brisca o aún del tute, no digo más, pero sé diferenciar un farol de un órdago a pesar de que siendo vasco no entiendo el mús.

Bien, hecha la advertencia voy a decir bien alto que éramos pocos y parió la abuela, porque ha salido Don Luca a revolver un poco más el corral, armado con uno de esos habilidosos y sutiles mensajes tan suyos que no hay quien encaje en el contexto, ni siquiera un ferrarista. Y es que venir a decir ahora que Ferrari está por encima de sus pilotos, con la que se ha liado en Alemania, no me parece actitud de recibo para todo un presidente que pretende dar la cara por sus subalternos, ya que la de Maranello declinaba recurrir el puro que le había metido la FIA, admitiendo de facto su culpa en un asunto que se ha estado explotando hasta la saciedad por el resto de integrantes de la parrilla, sea dicho de paso, sin que nadie haya admitido nunca nada desde que la hipócrita norma fuera impuesta en 2002 para que muchas escuderías ahorraran en Viagra.

En este orden de cosas, la ocasión surgida el domingo pasado por el lamentable comportamiento de mi Felipe, que a mi modo de ver fue hábilmente gestionada por Domenicali al encararla de frente, va a ser desaprovechada para poner realmente contra las cuerdas a la FIA, por una idiotez tan supina como querer ser más señores que nadie, y es aquí donde el cuerpo me pide una actitud menos taimada ya que hay pruebas suficientes, referencias abundantes, y razones, muchas razones para encarar un órdago al máximo organismo rector sin temor a perder la partida.

Nadie en su sano juicio puede dar por válido que el resultado de una carrera se haya malversado cuando a un piloto se le indica que su compañero viene más rápido a casi 30 vueltas del final, porque hay telemetrías que pueden demostrar que el asturiano venía lanzado y el mensaje respondía a la realidad del momento. Tampoco nadie con dos dedos de frente podría cuestionar que se avisara a Massa, 26 giros más tarde, para que evitara forzar las cosas con su compañero como hizo en la vuelta 22, si aludimos a lo sucedido en Turquía por los Red Bull de Vettel y Webber como peligroso antecedente a evitar. Y menos se llevaría nadie las manos a la cabeza si Ferrari argumentara su defensa en una cosa tan sencilla de entender como la infinidad de veces que se ha sorteado la norma por otros equipos, incluso por la propia Scuderia, sin que la FIA considerara pertinente intervenir…

Pero todo esto hay que explicarlo, Sr. Montezemolo, para que el mundo comprenda que la culpable de lo sucedido en Hockenheim ha sido la FIA, su permisividad, su arrogancia, y también sus ganas de venganza, y no venir ahora redundando sobre lo ocurrido enarbolando la filosofía de Ferrari, porque nos quedamos todos con el culo al aire mientras el problema principal sigue sin solución y con visos de perpetuarse.

¡Hay que quitar a esta chusma de en medio, Luca. Il capo don Enzo lo habría hecho sin pestañear siquiera. Hay que hacerlo y dejarnos de pamplinas y de faroles señoriales de cara a la galería! ¡Hay que coger el toro por los cuernos y entrar al trapo, porque como nos empeñemos en cogerlo por el rabo, se nos escapan vivos!