La de Woking ha salido muy reforzada de este comienzo de temporada, sabiendo aprovechar los errores de sus rivales y mostrando una flexibilidad ante las circunstancias que para sí quisieran otros equipos, pero encara la etapa europea con el problema que supone que la mayor parte de escuderías con las que compite por los primeros puestos, estrenarán soluciones aerodinámicas que paliarán la ventaja en recta del monoplaza británico.
Por todo ello, McLaren, en Montmeló, se enfrenta a la primera de las sucesivas reválidas que deberá superar si quiere mantenerse en cabeza, ya que ha quedado visto que el F-Duct no ha sido un factor determinante ni suficiente como para desmarcarla en las cuatro carreras celebradas, y por tanto se encuentra ahora en un escenario donde el equilibrio de fuerzas es máximo.
En relación a lo comentado con anterioridad a la prueba china, McLaren tiene la obligación, en Barcelona, de demostrarse a sí misma que no depende de factores ajenos y que es capaz de resolver la papeleta por sí sola.
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