La desaparición de BMW como escudería oficial ha generado regueros de tinta, sin embargo no he encontrado en ellos nada referente al paralelismo existente entre su reciente andadura en F1 y la que se escenificó a finales de la década pasada en un ámbito muy diferente: la resistencia, ni alguna reflexión que llevarse a la boca. Aunque cabe decir que esta última que he mencionado fue rubricada con una sonora victoria en Le Mans 1999, y que el trasiego por los circuitos del mundial de F1, una vez absorbido el equipo Sauber, se ha cerrado de una manera que podíamos definir como fea o penosa, el caso es que sigo viendo relaciones entre una etapa y otra, que podrían servirnos para comprender en su justa medida lo que ha ocurrido recientemente, y que a mí, particularmente me dan qué pensar.
1999 fue un año importante para BMW porque coronaba con éxito un trabajo comenzado tiempo antes. Después de años de ausencia oficial en pruebas de larga duración, en 1995 la primera plaza (Dalmas, Lehto y Sekiya), la tercera y cuarta de la general, conseguidas en la 24 Horas de Le Mans por el McLaren F1 GTR, confirmaban su buen forma como motorista, pues los vehículos británicos iban propulsados por el V12 DOHC a 60º, de 6,1 litros de cilindrada, especialmente preparados para la dura prueba francesa y la BPR Global GT Series bajo la denominación S70/3, a partir del motor de calle que formaba parte del programa de colaboración que unía desde el año anterior a BMW Motorsport con la empresa de Ron Dennis.
Con un motor solvente y contrastado en resistencia durante los años 95, 96 y 97 (permitidme que no me extienda al respecto), en septiembre de este último año veía la luz el proyecto BMW V12 LM, un vehículo diseñado por el departamento de ingeniería de Williams F1, que iba propulsado por una variante del motor del McLaren F1 GTR, denominada S70/2, plataforma que había servido de base a las primeras experiencias sobre el deportivo de McLaren Cars Ltd. desde 1993, y que impulsaría también al flamante biplaza del año siguiente.
Aunque los resultados en el 98 fueron discretos, aquel intento permitiría que posteriormente el BMW V12 LMR participara en las American Le Mans Series (ALMS), convirtiendo a BMW Motorsport en el primer participante de la historia del campeonato americano en alzarse con el triunfo en Le Mans, porque el 13 de junio de aquel año, el vehículo número 15 conducido por Winkelhock, Martini y Dalmas, cruzaba en primer lugar la línea de meta del circuito de La Sarthe.
Logrado lo que al parecer se buscaba, 2000 supondría un cambio de escenario, una transición, vamos, porque aun manteniendo su participación en pruebas de resistencia, comenzaba la colaboración oficial entre Williams y BMW en F1, con la germana como motorista, que duraría hasta finales de 2005. En 2006, BMW, adquirida la infraestructura del equipo Sauber, partía como equipo oficial denominándose BMW-Sauber. Tres años después, sin haber logrado su propósito, anunciaba su retirada de la máxima categoría.
Y el caso es que en marzo pasado se anunciaba que BMW retornaba a las ALMS con el proyecto RLR, y yo ni me había dado cuenta hasta ahora. ¿Cambio de escenario con idéntico propósito…? ¿La F1 no ofrece la suficiente solvencia como para que BMW se implique como en resistencia…? A lo peor era eso y no lo que pensábamos, y la bávara ha presentado la popa a la FIA porque el mundial de F1 ha dejado de ser tan serio como imaginábamos y se aplaudía…
Gracias por recordarnos ciertas cosas. Con este post y el que en su día escribió Carlos Barazal me parece que queda bien explicada la marcha de BMW.
ResponderEliminar“…porque el mundial de F1 ha dejado de ser tan serio como imaginábamos y se aplaudía…” Solo hay que oír como sonaba este motor y como suenan los capados de la F1 actual.
¡Saludos al anfitrión y a los invitados!
Buenas noches ;)
ResponderEliminarJ-Car ;) Me alegro de que este tipo de entradas nos permitan ver que a veces hay mucha tela que cortar XDDD, y es que el deporte del automóvil no es tan estanco ni está tan parcelado como parece.
Un abrazote
Jose