Williams ha utilizado la pretemporada para lo que hay que utilizarla: para poner el coche a punto, y en este orden de cosas es, de lejos, la escudería que más modificaciones sustanciales ha implementado a su vehículo. Así, si el FW31 era presentado como un monoplaza centrado en su esquema, con líneas bonitas y soluciones que en apariencia eran simples variaciones sobre lo que ya habíamos visto, después de algunos kilómetros ya era posible descubrir que en Grove andaban buscando afinarlo.
La presentación de la decoración definitiva nos permitía observar que el trasto había elevado el morro y suavizado sus perfiles laterales en aras de facilitar el trabajo de la parte trasera.
Más tarde, y tras la aparición del Brawn GP001, el FW31 buscaba amortizar algunas de las innovaciones que traía éste, afianzando la parte delantera con una nariz muy similar por lo bajo, y destacando en Jerez con un morro algo más elevado tras el cual aparecía la antequilla con flap que ya habíamos vislumbrado en el defensor de las opciones de Brackley. Por tanto, intuyo que no fue demasiada casualidad que Nakajima batiera el mejor tiempo en el circuito gaditano, en la última jornada de entrenamientos, con un FW31 totalmente renovado que aplicaba con notable lo enseñado por el equipo de Ross Brawn, y con la enorme chance que supone disponer del propulsor Toyota (infrautilizado en el equipo oficial, según mi humilde parecer), más dócil y equilibrado que el Mercedes.
Así las cosas, Williams se acerca a Melbourne con el coche más evolucionado de la parrilla. Si en un principio su peculiar desarrollo de la normativa que atañía al difusor le daba una ventaja clara, la incorporación de alguna de las novedades presentadas por Brawn nos sitúan ante un FW31 que goza de buena estabilidad y equilibrio, y de razonable velocidad punta, lo que augura que pueda estar mucho más arriba de lo que se supone para un equipo que lleva demasiado tiempo en el dique seco.
En lo deportivo, Williams parte de un esquema consolidado durante años, con un piloto puntero (Nico Rosberg) que ha demostrado estar capacitado para alcanzar buenas cotas de desarrollo si el coche se lo permite; un gregario (Kazuki Nakajima) que parece haber encontrado el rumbo y que no va a encontrarse con trabas que le impidan dar de sí mismo todo lo que es capaz; y una dirección de carrera (Rod Nelson, bajo la sombra de Patrick Head) que ya está curtida, y que muy bien puede defenderse ante el asalto a uno de los dos títulos, porque por primera vez desde hace años Williams dispone de un vehículo competitivo, suficientemente avanzado y con capacidad de evolución, como para que Rosberg o Nakajima lo expriman a lo largo de la temporada.
Mi conclusión: Williams está bien posicionada de salida, y dispone de todos los ingredientes como para resolver la ecuación de mantenerse arriba de manera sostenida. Por su equilibrado con batalla media, puede no destacar en circuitos rápidos, pero una vez llegados a Europa, encontrará campo abonado para demostrar sus auténticas posibilidades.
Buenas, Orroe.
ResponderEliminarResulta curioso que Sam Michael fuera el que dijo que por qué los equipos se quejan tanto, si total está chupao copiar un difusor. Por lo que comentas, ellos no se han cortado al copiar los detalles del Brawn y les ha salido bien.
Sin embargo, dices que al llegar a Europa pueden encontrar "campo abonado". Me temo que, como todos los años, brillan en pretemporada, hacen un buen papel las primeras carreras, y luego no pueden, por muy capaces que de ello sean, mantener el ritmo bestial de los fabricantes. Al menos veremos cómo afecta a ese esquema que nadie pueda hacer tests.