¡Qué razón llevaba mi abuela al decir que mirar un árbol puede impedirte ver el bosque! ¡Qué cerca lo hemos tenido y qué complicado se hacía resolver el enigma que sobrevolaba a Heikki!
Me dejo de aspavientos y circunloquios y voy al grano. En un tiempo muerto, me he puesto a repasar esta mañana la Grand Prix de esta semana, y me he parado un momento en un artículo que ofrecía una panorámica de lo triste que andaba mi Felipe este pasado fin de semana. Lo había leído, que conste, pero no había reparado en que entre sus líneas se encontraba la respuesta que llevo días buscando. A lo que iba. Supongo que os habrá pasado que en un vistazo sobre una página llena de letras, nuestra vista se concentra de pronto en una frase y la capta para quedarse con ella, como atesorándola sin razón aparente, pues bien, esta mañana me he quedado con el texto que describía el instante en que Massa descubría que yendo más descargado que Kimi, había hecho peor tiempo en calificación, sintetizando lo que pudo sentir el brasileño con una afirmación brutal: ahí supo que había perdido cualquier oportunidad (o algo parecido).
¡Joder, claro! Si yendo con menos gasolina que Raikkonen iba a parar una vuelta antes, la cosa se le había puesto a Felipe muy cuesta arriba, ya que seguirle el ritmo al finlandés se presentaba harto complicado, porque en la elaboración de las estrategias se busca precisamente el equilibrio entre máxima velocidad y mayor tiempo en pista, o si no, ¡nones!
Bajaba a tomarme mi segundo café matinal con la imagen nítida de un Felipinho lívido, cariacontecido, tristón como un peluche sin niño, cuando me he quedado clavado. ¡Heikki llevaba 3 vueltas más de combustible a cuestas que el hijo de Anthony Hamilton, y en la primera tanda de la Q3 le había metido 3 décimas, creo, lo que en cristiano significa que con 1 segundo de lastre iba mucho más rápido, qué digo mucho, muchísimo!
Acto seguido me he imaginado la posible escena: después de que Kovalainen clava el mejor tiempo el sábado, el ingeniero de pista del finlandés tira los papeles al suelo y se lanza a buscar a Dennis para decirle a bocajarro que tiene la mejor estrategia, ¡sí, sí, Ron, Heikki lleva la estrategia adecuada!, y a renglón seguido le informa de que aunque el rubio salga segundo o tercero, al chico de las pelotas de oro se le va a hacer complicadísimo cazarle en carrera, porque los Ferrari pueden imponer su ritmo (no podían, pero entonces no se sabía). Y también le dice que lo peor es que como los rossos lleven la misma estrategia que el segundo piloto de McLaren (tampoco la llevaban, pero tampoco se sabía), la cosa se podía poner muy jodida porque el hijo de Anthony iba demasiado lento para parar tan pronto, y por tanto ya se podía ir despidiendo del mundial.
¡Je, je, je. Estas escenas de pánico histérico entre hombretones de pelo en pecho me encantan! Sigo. Como lo de cambiar la carga de carrera no queda a mano (la Q3 es lo que tiene), Ron decide que lo mejor es quitar a Kovalainen de en medio (¡son listos estos ingleses!), para asegurar, en el peor de los casos, el 3º puesto para el number one (de ganar Felipe, sólo recortaría 4 puntos, colocándose a 1), encomendando el éxito de la operación a todo el santoral británico, no fuera que el chiquillo tuviera una mala ocurrencia viéndose superado en pista, y al mecánico que el año pasado se encargaba de alterar la presión o la temperatura de los neumáticos de Fernando…
Al final, todo el follón no servía para otra cosa que para tirar a la basura el mundial de constructores, para cabrear a Heikki, y para rubricar por enésima vez que en la de Woking andan de los nervios e improvisando.
Je,je, me parto. Aunque es muy triste que Kovalainen, siendo competitivo, se vea relegado de esta manera. Digo yo: ¿qué es lo que tiene Hamilton aparte de ser inglés para que le prefieran? --> nada.
ResponderEliminarFelicidades por el blog.
En Japón Alonso se la jugó con muy poco combustible para adelantar a Kubica. En China Ham iba con poca gasolina y paraba pronto, no pillo por qué tenía peores boletos, podía ir muy rápido y ganar de todas formas.
ResponderEliminarUn saludo
Hola a los dos ;)
ResponderEliminarJuan Fernan, Alonso corrió en Fuji más ligero y a un stint más corto que Kubica, para asegurar la carrera en el segundo tramo, con una distancia ya consolidada.
El caso de China es diferente. Heikki toma la cabeza entre las vueltas 15 y 18, que es cuando entra en boxes, y lo hace en 5ª posición y a unos 20 segundos de Hamilton.
Si le hubieran permitido estar segundo (lo más seguro es que Lewis hubiera hecho la pole de igual manera), Heikki habría podido ir más rápido al inicio porque no se las habría tenido que ver con Fernando, y al ritmo de los Ferarri y Hamilton, podría haber neutralizado la desventaja de su paso por boxes, con el saldo obtenido en las tres vueltas en carrera, con lo que habría vuelto a salir primero.
De todas formas, el problema real no era Heikki, que simplemente se había convertido en un obstáculo, sino los Ferrari, porque si llegan a llevar la misma estrategia que el finlandés, no dejan del británico ni los muelles sobre la pista, porque se lo habrían comido.
Un abrazo
Jose
Hola, tras tres días sin internet (mi particular infierno) vuelvo a tener conexión, estos de ONO me tienen hasta las narices, en fin que me ha encantado tu post y que no puedo estar más de acuerdo contigo. En McLaren las cosas huelen muy mal, y ya ni Kovalainen traga tanto. Como sigan así nadie va a querer estar en ese equipo.
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