Nada por aquí, nada por allá

Que a Fernando Alonso le gusta la magia es un secreto a voces, y al respecto puedo aportar algo, pues llegué a tener una caja de «Magia Borrás» con la que hice algunos pinitos ante familiares y amigos, sin demasiado éxito, justo es reconocerlo. También le gusta el póquer, y aquí lo llevo crudo, porque aunque os parezca inimaginable, siendo vasco no sé jugar al mus, y lo que es peor, cada vez que me encuentro en la tesitura de tener que jugar una partida al tute o a la brisca, tengo que pedir por favor que alguien se digne a explicarme cómo va el invento, así que de póquer mejor ni hablamos.

Como en sicología ando bastante bien, y en trato con jóvenes y chavales le saco buena ventaja a Fernando, sé perfectamente que cuando uno se planta delante de críos o crías, o aún de adolescentes, para explicarles a qué se dedica, aceptando, además, que va a ser blanco de preguntas (hay criaturas y angelitos que tiran con posta lobera, os lo juro), tiende a bajar la guardia instintivamente, a mostrarse más humano y por tanto a ser más sincero, mucho más sincero que si tiene delante o al otro lado del teléfono a un periodista, pongamos por caso.

Así que ayer, después de haberme desquiciado intentado descubrir algo interesante entre tanta información como la que hay sobre el futuro inmediato del asturiano, opté por mandar todo a hacer puñetas, centrándome en el encuentro que había tenido el bicampeón con unos estudiantes en el colegio Chamberí de Madrid. Pues bien, allí, con la guardia baja, el ovetense admitió que en la F1 todo el mundo miente, que volvió a Renault para recuperar sensaciones, y que si «ésta [Renault en 2009] va regular habrá que ver, porque hay otros equipos que son interesantes», y por último, que le gustaría estar en un equipo ganador. Mencionó el declive de BMW, pero no dijo ni mú de Honda.

Aparentemente nada nuevo bajo el sol, vamos, que el grueso de sus declaraciones confirmaba cosas que ya sabíamos o intuíamos, de lo cual se deduce que algún que otro periodista que no está acostumbrado a lidiar en colegios, que no tiene ni idea de póquer ni de magia, haya sacado la conclusión de que nuestro bicampeón ha desestimado a BMW y Honda (¿?) y se queda en Renault a la espera de que en 2010 en Ferrari haya un asiento libre…

Sin embargo, las dos aficiones secretas de Fernando tienen un punto en común, ya que el éxito en ambas se consigue sabiendo engañar, ocultando el truco en la magia y la baza sobre la que se juega en el póquer, desviando siempre la atención. Así las cosas, mucho me temo que las declaraciones del Nano tienen mucha más enjundia de la aparente, porque suponen un recado a la de Maranello (tahúr donde los haya) que ha pasado desapercibido.

Sí, al mejor piloto de la parrilla no le importa pasar otro año más en Renault, pero si lo hace es a la espera de que BMW u Honda (sobre todo Honda, que ni siquiera había sido mencionada) certifiquen que están en disposición de ofrecerle un monoplaza realmente competitivo para 2010 (me juego el cuello a que a Ross Brawn y a Mario Theissen les ha dado un año de plazo, y a que el primero consigue responder al envite antes), mientras que a Ferrari le ha recordado que o lo cogen en 2009, o para 2010 ya será demasiado tarde.

¡Joder cómo se ha puesto la timba!