BMW-Sauber ha sido apeada de las apuestas debido a un comienzo de pretemporada que no convenció ni a propios ni a extraños. Si bien la escudería se ha mostrado cauta y en algunos casos algo preocupada con los resultados iniciales, poco a poco ha ido resolviendo los problemas originados por el nuevo chasis y la nueva configuración aerodinámica sin ofrecer grandes titulares.
En este orden de cosas, el F1-08 resulta aparentemente menos equilibrado que el coche al que sustituye, lo que ha sido entendido como un grave handicap que puede dar al traste con las expectativas de Mario Theissen para este año que comenzamos. Sin embargo, el equipo alemán es uno de los más sólidos de la parrilla.
La estabilidad ha sido y es su fuerte. Al engranado y rodado equipo técnico, hay que sumar que la escudería cuenta con uno de los motores más fiables (el P86/7), y que es previsible que su caja de cambios (incógnita y posible talón de Aquiles para todos los equipos en 2008) resulte una de las más solventes, pues Sauber y BMW, por separado, atesoran una estimable experiencia en el campo de la competición en carreras de resistencia, lo que a la postre puede suponer que el equipo repita la tendencia a situarse de manera constante en los primeros puestos que ya mostró en 2007, o que la mejore a poco que alguno de sus oponentes baje la guardia o sufra cualquier tipo de incidente mecánico.
En el apartado humano, la escudería sigue contando en sus filas con los mismos pilotos que la temporada pasada: Nick Heidfeld y Robert Kubica. A Heidfeld hay que reconocerle su falta de constancia en los resultados, a lo que habría que añadir que parece estar recorriendo los últimos años de su carrera y ello puede suponer un punto de desmotivación. Ahora bien, si en 2007 superó a su compañero debido a que Kubica tardó demasiado tiempo en adaptarse al vehículo y a los neumáticos, el final de temporada realizado por el polaco indica a todas luces ya que está listo para comenzar a sacar provecho del coche que lleva entre manos.
La pretemporada ha venido a mostrar un Robert Kubica mucho más agresivo y veloz con el F1.08 que Heidfeld, y también que el monoplaza es susceptible de mejora y evolución en relativo poco tiempo.
Lo dicho, BMW-Sauber puede estar luchando por los primeros puestos sin que pase demasiado tiempo, y sus resultados, si bien pueden depender de la fortuna en el primer tramo de la competición, a partir de Barcelona vendrán a ratificarlo.
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