Gran Premio de Hungría

Bueno, la carrera magiar ha sido menos cansina de lo que cabía esperar, lo que habla bastante bien del remozo que se ha pegado recientemente a Hungaroring, aunque, a mi modo de ver, se ha salvado por la enésima cosa rara que le sucede a Oscar Piastri, y sí, acepto que en Woking se está dejando a los conductores papaya que se frieguen mutuamente en pista sea cual sea su posición en la tabla general de Pilotos, aunque haya que destacar que al que le pasan las cosas raras o complicadas de explicar es siempre al australiano... ¡Y la casualidad!, que dice Ignatius Farray.

Ferrari y Leclerc han hecho lo pactado en el guión: ir bien mientras las ruedas lo han permitido, ya que, en cuanto el estado de las gomas se ha convertido en un elemento definitorio, los McLaren han sentado sus reales y el hombre de La Scuderia —hoy por hoy sólo hay uno— bastante ha logrado amarrando el cuarto puesto al finalizar la prueba, habiendo salido primero, Of course!

De la quinta plaza a la duodécima no ha habido cambios desde la vuelta 49 hasta las 70 programadas, algo que habla muy bien de que se ha sabido mantener la esencia del trazado, respetarlo, vamos, en los remozos a los que ha sido sometido. El resto se ha circunscrito a ver a Verstappen sufriendo como un cosaco para diversión del público más chavalero, y a la casualidad de Ignatius Farray que hemos mencionado en el primer párrafo.

Leclerc necesitaba cambiar zapatos porque no aguantaban el trallazo restante y porque el fondo curvado de su SF25 comenzaba a acercarse peligrosamente al suelo, y la palabra undercut! se ha materializado en boca del periodismo especialista porque decir ¡ahora es cuando sacrifican a Piastri! quedaba muy largo. Total, Stella y su gente han considerado que hoy tocaba proteger el doblete haciendo que el pupilo de Webber cubriera la estrategia de Ferrari (¿?), brindando así la victoria a Norris, como por casualidad.

Lando, Oscar y George Russell han ocupado las posiciones de podio y por este orden, seguidos por Charles y un Fernando que sigue apostando por el quinto puesto para mantener tibia la esperanza mientras llegan los refuerzos ya pasado Países Bajos.

Os leo.