La noticia nos ha pillado desprevenidos, muy desprevenidos, pero el caso es que Cordero di Montezemolo se ha convertido en Presidente de McLaren Group y nadie sabe cómo ha sido, un decir, porque, a estas horas, los rezagados ya se están poniendo las pilas y hay explicaciones para todos los gustos, incluyendo que la cosa afecta poquito a la división de competición o que se ha debido a los importantes contactos que mantiene el transalpino en las atmósferas árabes.
Para mí lo importante es la figura. Luca, el hombre al que la prensa anglosajona arrastró por el barro día sí y día también durante su dilatada etapa al frente de Ferrari, básicamente porque a los ingleses les encajaba demostrar, empíricamente, que los mediterráneos son gente en la que no conviene confiar porque resultan descuidados y entienden poquito de motorsport. Bueno, también se debía a que al de Bolonia se la traía al pairo lo que se dijese de él porque siempre ha sido un tipo práctico.
Y lo es (como figura, insisto), porque más de uno va a tener que aprovisionarse de pomada para las hemorroides a la hora de lidiar con los abundantes desdichos con los que tocará convivir ahora, y estoy seguro de que va a estar divertido ver por dónde salen las voces autorizadas que escupieron al cielo pensando que el salivazo no les caería en la cara...
En fin, un italiano liderando el desembarco de Audi en F1, otro al timón de Liberty Media, y ahora el boloñés ocupando el trono de una de las joyitas made in United Kingdom, y, para coña, los tres ligados en el pasado a La Scuderia. Suena a chufla, o a karma, o yo qué sé, pero, como decía en el párrafo anterior, va a resultar muy entretenida la etapa que se abre a partir del anuncio oficial.
Os leo.
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