Se viene nuevo producto sobre Ayrton Senna porque hay muy poco material relativo al paulista y cualquier visita a su figura supone una nueva oportunidad para disfrutar de una nueva versión del Génesis de nuestra Biblia particular. ¿A quién no le gusta leer el Génesis antes de echarse un sueño? ¡Pues eso mismo me digo yo!
«En 2009, el equipo Brawn GP, fruto de la compra de Honda por parte de Ross Brawn por una libra simbólica, logró, en las narices de los favoritos y a pesar de sus limitados recursos, ganar los dos títulos mundiales...» Así se anunciaba la serie Brawn GP: una escudería imposible. Génesis puro, a pesar de que ahora mismo no sabría decir en qué capítulo ubicar la historia.
Aunque no lo parezca soy muy de leer el Génesis de lo nuestro antes y después de dormir, a pesar de que me entretengo anotando las diferencias entre unas versiones y otras, lo que me permite afirmar rotundamente que, con la de Disney, seguramente estamos ante la última y definitiva, básicamente porque, admitámoslo, Brawn GP no tiene tanto recorrido como Ayrton Senna.
Te olvidas de la efímera vida del KERS (Kinetic Energy Recovery System) durante 2009; de que la Normativa recién estrenada quedó hecha papilla aquella misma temporada; de lo que, años después, dijo Adrian Newey sobre el Doble Difusor, Max Mosley, McLaren y Ferrari, y del apoyo explícito de la FIA y Mercedes-Benz a la iniciativa, que no se me olvide, y te queda un espacio monísimo para que Ross Brawn y su escudería salida de la nada y sin publicidad, protagonizasen un milagro.
Peter Windsor no tuvo tanta suerte. Acusado de tratar de engatusar a la presidencia argentina con un proyecto inexistente (USF1), no se le ocurrió nada mejor que quejarse de que en nueve meses no había tiempo material para montar un equipo, circunstancia que se vino a reforzar en la triste historia que protagonizaron Virgin, la Lotus de Tony Fernandes e Hispania Racing Team. Pero Ross lo había hecho, y en tan sólo un puñado de días, o eso dicen [#BrackleyTales].
Keanu Reeves está estupendo en su papel de maestro de ceremonias, poniendo la voz en off y entrevistando a los pavos reales que vivieron aquella aventura, y lo menciono a él y sólo a él, por lo estupendísimo que sigue estando a pesar de sus años, y porque continúo sin ver a Gabriel Leone haciendo de Ayrton, aunque, como de costumbre, esperaremos acontecimientos antes de darle a la sinhueso en el teclado.
Os leo.
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