El FW46 sufría de Logan, a quien ni mencioné en febrero pasado [A verlas venir (Williams)], pero la llegada de Franco Colapinto al esquema del equipo parece haber resuelto este problema de base, ya que Alexander Albon no trabajará solo hasta finales de temporada.
Hemos hablado otras veces de la disparidad de las parejas en el fondo de la parrilla y, bueno, conviene recordar que entre Vcarb/Alpha Tauri y Williams únicamente hay 28 puntos de diferencia, una cantidad mínima con el actual sistema de puntuación, lo que hace que la de Grove haya ganado muchos enteros a la hora de escalar posiciones, pues, repito, ahora cuenta con dos pilotos con capacidad de sumar, circunstancia que no existía cuando el norteamericano formaba parte de la escudería británica.
Dicho esto, el cacharrillo de Williams sigue adoleciendo de los mismos problemas que antes de Monza, es decir: escasa evolución, pocas piezas de repuesto, margen reducido para sacar la cabeza en cuanto a prestaciones y limitada calderilla en la tesorería prevista para 2024 —el grueso del dinero, así como las horas de túnel y CFD, seguramente ya se están destinando al proyecto de 2025—, lo que nos pone en que, no sin bastante suerte y muchísimo esfuerzo, podrá arrebatar a la de Faenza la sexta plaza en la de Constructores.
Hace unos meses no era tan optimista como ahora aunque coloqué el FW46 en la séptima posición a terminar la campaña, pero en estos momentos veo en ello un horizonte asequible, algo por lo que me felicito, obviamente, y todo porque Enstone es previsible que continúe poniendo las cosas fáciles en este cometido. Con Haas ya es harina de otro costal, pero, con vuestro permiso, de Alpine y la medio yankee y medio inglesa escribiré a partir de mañana.
Os leo.
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