Pues hombre, yo me habría preocupado muchísimo, de verdad de la buena, si en vez de Mattia Binotto se hubiera elegido a Otmar Szafnauer para sustituir a Andreas Seidl al frente de la iniciativa Audi en F1...
2026 sigue estando relativamente lejos y las desavenencias de Seidl con Oliver Hoffmann eran públicas y notorias desde hace tiempo. A priori, el movimiento pinta bien en tanto que la llegada de Mattia puede ayudar a serenar las cosas, pero esto no lo percibiremos en el corto plazo, básicamente porque desconocemos el grueso de la aventura alemana y cómo está en la actualidad, y porque el cacareado y mediático Seidl vs. Binotto carece totalmente de sentido.
No se trata, desde mi humilde punto de vista, of course!, de poner en valor quién es mejor que quién en base a los respectivos historiales de ambos pues carecemos de datos relativos al proyecto Audi Formula Racing, salvo, acaso, que Hoffmann y Seidl mostraban serias divergencias de planteamiento. En este sentido, y a pesar de que sonaba estupendamente lo de un alemán dirigiendo un plan alemán, por aquello de la legendaria excelencia made in Germany, cabe recordar que el alemán que manda ha decidido prescindir de los servicios del otro alemán para contar con los un mediterráneo.
La elección puede chocar, lo admito. Binotto es uno de los tipos con peor prensa que conozco, pero es muy pronto para valorar qué puede hacer desde su nuevo cargo, y mucho menos para abonarnos al pesimismo en cuanto al desembarco de Audi en Fórmula 1.
Os leo.
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