lunes, 10 de junio de 2024

Un error y 25 vueltas


Tenemos tan interiorizada la cultura winner & loser que llamamos error a cualquier circunstancia que rompe el guión que nos hemos montado en la cabeza, o nos han montado, que sería cuestión de darle un par de vueltas.

McLaren jugaba buenas cartas para haberse llevado el Gran Premio de Canadá, pero como hasta el rabo todo es toro, decidió asegurar su baza ganadora manteniendo a Lando dos vueltas más en pista con respecto a la estrategia elegida por Red Bull para Max. Bueno, la cosa no terminó funcionando, como es de sobra conocido, pero en vez de alabar el generoso esfuerzo que había realizado Woking por mor del espectáculo, las redes y los corrillos de especialistas de salón gritaron a una: ¡error!, ¡error garrafal! y sandeces incluso peores.

El caso es que si la maniobra hubiese resultado exitosa nos habríamos ahorrado algunos tostones y, en mi caso, escribir esta entrada, pero no, como decía en el párrafo anterior, el asunto no salió todo lo bien que estaba previsto y el error de los cogieron ya resulta determinante a estas horas porque, obvio, ¿no?, a falta de 25 giros para el final, y sin siquiera considerar la aparición de Safety Car, estaba mascadito que Norris habría ganado con tan sólo haber cubierto la parada de Verstappen.

Soy un infeliz del demonio y nunca tengo las cosas tan claras. Pienso que 109 kilómetros dan para mucha sorpresa, y envidio —de verdad que lo hago—, a quienes faltando un tercio de la carrera ya apostaban como claro vencedor a cualquiera que osase interponerse entre el holandés y su RB20 y la bandera a cuadros...

Sin duda me falta fe y apasionamiento, y sobre todo ganas de convertirme en un Sabio de la Montaña al uso.

Compro el error de McLaren por pura cobardía, lo admito, porque a ver con qué cara me planto ante mis amigos durante el desayuno para explicarles que intentarlo no es sinónimo de meter la pata, y que incluso si la de Woking se hubiese mostrado más avispada, es dudoso que Lando cruzara la meta primero en el Gilles Villeneuve porque faltaba media galaxia para concluir la cita y, un suponer, detrás iba a tener a un tricampeón del mundo que se distingue porque, una vez entra en batalla, no suele hacer rehenes.

Os leo.

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