Cuando Liberty Media decidió eliminar las Grid girls de la parrilla alabé públicamente la medida porque sí, porque me parecía cojonuda, y también por aprovechar la ocasión para señalar, como tantas veces he hecho en Nürbu, que el peor machismo es el que no se percibe como tal pero está ahí, socavando los cimientos de las relaciones de tú a tú entre seres humanos y poniendo siempre a las mujeres un escalón por debajo del hombre [No matéis a la azafata... ni a mí].
Como aquella época fue fructífera en artículos y opiniones y tal, tuvimos tiempo de recordar que ya habíamos apuntado a que, en sentido estricto, el primero que había comenzado a claudicar en estos asuntos había sido Bernie, permitiendo que las azafatas de los Grandes Premios celebrados en determinados países vistiesen más recatadas que en otros, por ejemplo, o que una de las razones principales para que no hubiese mujeres piloto en la plantilla de la máxima expresión del automovilismo deportivo, residía en que la Fórmula 1 tenía puestos sus ojitos en el dinero de regímenes de calidad dudosa en esto del trato idéntico entre personas, independientemente de su sexo, claro está.
Lo cierto es que con Ecclestone o Liberty Media, las miras de nuestra actividad siempre han sido bastante retrógradas amén que interesadas, de forma y manera que lo que antes eran anécdotas: Rusia, China, Hungría, Bahrein, Azerbaiyán mismo, se ha convertido con el transcurso de los años en una fabulosa ratonera de la que no vamos a escapar, al menos en el corto plazo.
Quitando Rusia, el calendario oficial alberga ocho carreras en las que se vería mal que una autoridad masculina, of course!, halagase con una condecoración a una chica que ha podido y sabido vencer a un chico. Sí, ya sé que se nos llena la boca con el respeto a los Derechos Humanos, la paridad de género, la inclusión, etcétera, pero no, todos sabemos que no porque el dinero manda y donde convendría un no rotundo y categórico siempre habrá espacio para un sí deslizándose por la puerta falsa.
Con esto de que las citas en Bahrein y Arabia Saudí se celebren en sábado por el Ramadán, ya hay quien entrevé que detrás hay un guiño a esa posible venta al fondo saudí del que habló Mohammed Ben Sulayem en enero de 2023 [FIA boss addresses report of £16bn Saudi F1 takeover bid], pero considero que deberíamos empezar a dejarnos de edulcorar la realidad, ya que el siguiente paso será que nos bajemos los pantalones y pongamos la vaselina, y no me refiero con ello a estos países a los que he aludido antes, ni a sus costumbres y religiones, sino a un FIA y una Liberty Media que, desde su profunda hipocresía liberal, son capaces de llevarnos a oscuros callejones con tal de seguir lucrándose.
Os leo.
Hace años leí "Sumision", un libro superpolémico de un señor francés al que habían llamado de todo: machista, racista, islamofobo, facha.
ResponderEliminarEn realidad el libro no critica al islam o los países amigos del golfo más de lo que moby dick critica a las ballenas.
Lo que critica el libro es a la sociedad bienpensante occidental, con su inmensa hipocresía y su culto al dinero. El protagonista, los protagonistas en general, hombres de aparentes firmes valores democráticos y liberales (en sentido original) no tienen ningún inconveniente en someterse a la teocracia que les ofrece dinero y mujeres jóvenes.
Y es esto lo que vemos todos los días. La religión de los países occidentales es el dinero, o por lo menos es la religión de los que mandan. En la F1 hemos visto que los que mandan son capaces de hacer las mayores alcaldadas, por suficiente dinero harán todas las que sean necesarias.