viernes, 19 de enero de 2024

La Silly Season secuestrada


Supone un hecho insoslayable que continuamos yendo cuesta abajo y sin frenos.

Mirémonos ahora mismo, por ejemplo. La otrora divertida Silly Season se ha convertido, gracias a nuestra dejadez, en campo abonado para los comunicados oficiales y las lecciones de capitalismo barato; y no está mal, a ver, pero queda bastante cutre que los payasos del circo se tomen tan en serio su trabajo que, en vez de con chanzas divertidas, se trajinen al personal con análisis profundos y homilías que ni puta gracia.

Toto se queda en Mercedes hasta finales de 2026 [Wolff 'signs new deal' with Mercedes], y se habla de lealtad a la marca, de compromiso y altura de miras, de que el austriaco quiere irse por la puerta grande, proporcionando a la de tres puntas un coche como los de antes, y, en la medida de sus posibilidades, consagrando al GOAT con ocho coronas porque, al parecer, siete nunca han sido suficientes.

Hace no tanto estas noticias se convertían en caldo de cultivo donde fermentaba la creatividad, y, por increíble que parezca, en germen de proezas literarias porque siempre había quien sentía necesidad de hacer ver que sabía más que los demás, que tenía buenos contactos, que existía un meollo de la cuestión no desvelado, que no es oro todo lo que reluce, en una palabra. Entre finales de temporada y comienzos de marzo era tiempo de Silly Season y la disfrutábamos en plenitud, con alegría, con salud, con infinita salud.

No es que nos falten mantas de este pelo en la actualidad, pero ya no se desmaquillan ni dejan la trufa roja sobre la mesita antes de ponerse la toga y el birrete. 

No hay cláusulas de rendimiento, Toto se liga al final de la carrera de Lewis Hamilton... Yo diría que a Ola Källenius le sale tan caro mantener el sueño británico en activo que le ha dicho a Wolff: Te pongas como te pongas, del niñato te sigues encargando tú, lo que antaño habría significado pergeñar una hipotética reunión en la cumbre en la que los gritos se escuchaban desde la calle.

¡No puedes obligarme! 
¡Claro que puedo. Nos ha jodido mayo con las flores!
¡Mira que me chivo a Susie...!
¡Como lo hagas los auriculares te los pagas tú, Torger Christian...!
¡Que no quiero, jolines!
¡No me calientes! ¡Sal ahí fuera ahora mismo y pórtate como un hombre...!

Os leo.

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