Hoy, cuando los dinosaurios patean la Tierra como a finales de 2008 y tantas veces en Nürbu, asumo lo mucho que apreciáis que continúe al timón de La Perla Negra y orinando con dirección a Inglaterra, tal y como recomendaba mi convecino don Blas a los españoles de bien...
Entiendo que cada cual escoge el yugo que lo atenaza y el amo que le abre la espalda a latigazos. Lo respeto. Eso de ser un colonizado de mierda es algo tan personal que ni me atrevo a poner un pero o una coma. Lo respeto también. Pero mira, no, hay cositas que no, que producen una vergüenza ajena tremenda al ser leídas o escuchadas, y lo de que Max lleva paseándose tres años consecutivos gracias a Adrian Newey es una de las sandeces que mejor retratan a quien ha nacido para siervo de los british y se las da de entendido en Fórmula 1 porque lee la Autosport.
En 2021, Mercedes AMG fue la Campeona Mundial de Constructores con 26 puntos sobre Red Bull. Verstappen se impuso a Hamilton en Abu Dhabi por 8, pero si eliminamos esa maldita carrera en la que intervino Michael Masi de manera felona, o eso se dice, el holandés habría superado igualmente al mejor piloto de todos los tiempos, porque, a igualdad de puntuación tras Arabia Saudí, el hijo de Jos sumaba mejores puestos.
Si esa temporada supone un NO rotundo en el casillero de los recreadores de la historia, 2022 no se le queda muy lejos, ya que la campaña quedó marcada por la sangría de puntos de la rossa, los errores de Iñaki Rueda y Mattia Binotto, el Stop inventing de Carlos Sáinz, el sacrificio incomprensible de Charles Leclerc, el Change your fucking car de Horner a Wolff, y, en definitiva, porque Maranello hizo más por Milton Keynes, incluso contando con el tour de force que supuso tener que contentar a Brackley con la moñada del porpoising.
2023 sí, aquí cabe poco que discutir. Ha sido una sesión cómoda para el ahora tricampeón del Mundo, por ausencia de rivales y básicamente debido a que Vasseur es un individuo al que Ferrari le viene grande y Mercedes AMG sigue haciendo fucking cars y sin entender que George Russell dispone de suficiente luz como para jubilar al melón de su líder en el equipo...
Uno de tres, así se tasa el dominio de Newey y el tipo que ha hecho la magia sobre el asfalto, eso que hiere tanto a los papanatas que ya están pidiendo cambios de Normativa para impedir una superioridad lesiva para el espectáculo... ¿Qué tal si, en vez de señalar a la de los toritos, exigimos a La Scuderia y la leyenda británica, que se pongan las pilas de una puñetera vez y dejen de llorar por las esquinas? Son ellas las que han perdido tres campeonatos a pesar de que los abundantes gilipollas hablan una y otra vez de abuso insoportable porque así se lo dictan.
Os leo.
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