Crematoria

Crematoria es un mundo ficticio del Sistema Igneon que aparece en The Chronicles of Riddick, la segunda cinta de la saga a la que da título (Las Crónicas de Riddick), dedicada íntegramente a un prófugo furyano con muy malas pulgas. El planeta es inhabitable en una superficie que alcanza durante el día los 372º centígrados y por la noche baja a los -182, no obstante, alberga formas de vida que sólo salen de las profundidades durante unos 20 minutos y por exigencias del guión, ¡ah!, y una cárcel de triple seguridad máxima de la que no ha escapado nadie salvo Richard B. Riddick, obviamente...

Losail no es Crematoria, ¿dónde íbamos a parar si lo fuera?, básicamente porque el Gran Premio de Qatar ha sido real y no han hecho falta efectos especiales para que haya resultado una broma de pésimo gusto, ya que el trazado catarí permanecerá en el calendario oficial de la F1 hasta 2033, es de suponer que la FIA seguirá haciendo de las suyas per saecula saeculorum, y Pirelli continuará columpiándose hasta que le venza a finales de 2028 el nuevo contrato como proveedor único para la máxima categoría, porque se lo renuevan este año, que sí, que nos conocemos todos.

Hay una parte minúscula de mí que se alegra, qué os voy a contar, porque entre mareos, pérdidas de conocimiento, vómitos, deshidrataciones, pieles arrugadas y agotamiento extremo, más de uno estará reflexionando en estos momentos sobre la pertinencia de llamar blanditos a nuestros pilotos cuando los 17 que han llegado a meta tras cuatro relevos infernales, ejecutados casi con el pie a tabla, han dado una lección de pundonor y profesionalismo que no admite dudas ni comparaciones con otras categorías de velocidad, y a Logan Sargeant tampoco es que se le pueda reprochar nada por su abandono.

El 98'3% restante consiste en un cabreo monumental que me sale por cada poro de la piel. El circuito no es apropiado para la disputa de carreras Fórmula 1 y todavía no entiendo cómo ha conseguido el Grado 1. Sus pianos son criminales y la solución para subrayar los márgenes de la pista no se le habría ocurrido ni a un crío de preescolar armado con ceras de colores y papel. 

Lo de Pirelli es digno de un especial de Íker Jiménez en Cuarto Milenio o como se llame ahora. ¿No tocan terreno para decidir qué compuestos van a ser utilizados durante el fin de semana?; ¿las ruedas estrenadas en Silverstone no eran más resistentes y seguras?; ¿cómo es eso de unos poros que únicamente se veían al microscopio pero amenazaban con el Apocalipsis según San Juan?; ¿si se había errado en la estimación mayor, en base a qué criterio se ha establecido que el rango de utilización era de sólo 18 giros...?

Aunque no es nuevo, lo de la FIA también ha sido de nota. Ha aparcado la seguridad de los integrantes de la parrilla y los ha mandado a sobrevivir bajo el fuego enemigo, convirtiendo la prueba en una sucesión de carreras al sprint —la de ayer contaba con 19 vueltas—. En cristiano, que queda mejor: la Institución se ha desentendido de todo y se ha preocupado por sandeces y aplicar el Reglamento con rigor, as usual, de manera que ha anulado 51 giros repartidos como el Gordo de Navidad, mientras los conductores hacían malabares sobre el asfalto intentando llegar vivos a meta...

Y Liberty Media... Pues como de costumbre, poniéndose de perfil o mirando para otro lado, porque en un sitio como Losail, visitado en 2021 bajo la anterior Normativa y remozado a comienzos de año, los entrenamientos resultaban imprescindibles y en modo alguno se debían sacrificar para meter un truño de Sprint Race con calzador.

Hay experimentos que es mejor hacerlos con gaseosa y a los aficionados no se nos hace ningún favor con estas salvajadas que ponen en riesgo la integridad de los participantes. Nos gusta verlos competir, gestionar sus oportunidades, no sufrir como condenados en el interior de un habitáculo.

Os leo.