viernes, 25 de agosto de 2023

Y Susanita se columpió


Es de primero de charla de bar soltar ¡¿vas en serio?! cuando un contertulio te cuenta que la empresa X chapa doce meses después de contratar a fulanito de tal, y que menganito, su jefe en el escalafón, lo recibiera con estas palabras: «El anuncio de que se une a nuestro equipo es una conclusión satisfactoria al proceso de refresco y revitalización del equipo. No necesita presentación. Su experiencia en ganar títulos será crucial en nuestro intento de buscar que X regrese a la lucha...»

El ¡¿vas en serio?! de antes se convierte en un sonoro ¡anda y no me jodas! cuando el narrador insiste: X se larga por donde vino pero asume los pasivos y cede los derechos de televisión ganados en la campaña en curso, con tal de que sobreviva el personal al menos una temporada más, aunque, a la postre, quedará que fulanito se hizo con todo por una libra esterlina simbólica, y arreó lo que no está escrito para evitar el naufragio con la ayuda de zutanito, que, amablemente, consiguió de la fábrica con la que colaboraba entonces, que ésta compartiese la exclusividad sobre un determinado producto pata negra de Mercedes-Benz. 

El ¡anda y no me jodas! se torna en un clamoroso ¿pero qué coño me estás contando? cuando el colega se ha venido arriba y te susurra al oído que hay más, pues fulanito se saca de la manga, en un tiempo récord, además, una apuesta totalmente ganadora de esas que suceden una vez de cada mil millones de ocasiones, vamos, que no ocurren nunca, al menos en nuestro deporte.

Puesto que no hay Dios que lo pare, el manús insiste y remata: ¿sabes lo mejor de todo?, dice, el invento de fulanito no disfruta de su posición de predominio al año siguiente y se vende por un pastizal a Mercedes-Benz, con lo cual, la de Stuttgart hereda la posición y el poder de la campeona del Mundo en el Grupo de Estrategia de la Fórmula 1 y hace rico a fulanito, amén de mantenerle en plantilla junto a menganito y zutanito...

El reparto os va a poner cachondos, lo sé: X es Honda, Nick Fry interviene en el papel de menganito, Norbert Haug en el de zutanito, y Ross Brawn es fulanito de tal.

Odio las historias malas y la de Brawn GP y su milagro es una de las peores a las que he asistido. 

No hay por dónde cogerla, pero, bueno, si el Brexit está haciendo añicos la economía de Gran Bretaña [Dos años después, el Brexit ha puesto a Reino Unido en una situación económica «de debilidad»] y se puede tirar de algo, mejor recurrir a los milagros que admitir la realidad. Adrian Newey afirmó que la FIA había jugado sucio en 2009 [Newey afirma que el doble difusor fue una lección de Mosley a Ferrari y McLaren], Luca Cordero di Montezemolo nos advirtió sobre cómo habían venido los alemanes [Lauda me confesó que Mercedes trabajaba en su motor desde 2007]. En Nürbu mismo, tratamos de aclarar el asunto en la medida de nuestras escasas posibilidades [#BrackleyTales], pero admitámoslo, nada como ser inglés en un mundo dominado por ingleses, donde, por muy sucio que juegues, te acaban premiando con una serie de televisión presentada por Keanu Reeves.

Susanita gana incluso en la barra del bar, fin de la historia...

Os leo.

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