Suelen fallarles Maranello y el contexto histórico donde la italiana forjó su leyenda, a los que abusan de la aritmética chunga que utiliza la prensa anglosajona, Toto Wolff y sus adláteres, por la cual cuatro son más que dos, y tres, o supone me quedo a uno de Fangio, y siete da para Great Of All Time aunque a Michael Schumacher jamás le alcanzó para tanto.
La Fórmula 1 no lo ha sido todo ni siquiera en la actualidad, aunque su peso como espectáculo de masas sea ahora mismo incuestionable. Hubo un pretérito no tan alejado en el tiempo en que la Resistencia era más importante y ofrecía más alicientes a conductores, ingenieros y constructores, que la máxima disciplina del motorsport, y allí estuvo Ferrari.
Sus creaciones sobre cuatro ruedas, sus derrotas y victorias, sus duelos, sus pilotos muertos, ayudaron a gestar un fenómeno que todavía perdura.
La Targa, la Mille Miglia, Le Mans, suponen los grandes jalones que hacen comprensible que todavía se grite Se è rosso è veloce o Forza! Mercedes AMG acumula la mayor concatenación de éxitos consecutivos en F1 pero todavía le falta recorrido para ser considerada una grande como la de Módena, sencillamente porque La Scuderia habitó la legendaria tierra de los colosos de antaño y supo hacerse un nombre que aún mantiene vivo su significado.
Os leo.
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