Te tienes que reír. El individuo que confesaba en Lucky que había metido la mano en el final del campeonato de 1981 [La familia Reutemann pide el título del 81 tras la confesión de Ecclestone], hurtando al Lole las mieles de su bien merecido primer título Mundial F1, se nos ha puesto más digno aún y ha admitido recientemente que «también» participó en el robo a Felipe Massa en 2008...
Hablar con Bernie es como interrogar al zorro sobre lo que ha pasado con las gallinas, y da igual cuándo leamos esto.
Ya sé que es mucho pedir, pero el mínimo rigor periodístico debería llevar a cualquier entrevistador a comprobar lo que dice el entrevistado, siquiera por decoro profesional y orgullo torero, tirando, por ejemplo, del documento oficial de la FIA sobre lo acontecido durante el juicio farsa que montó el Presidente de la Institución contra Flavio Briatore y su equipo en 2009, más que de cualquier otra fuente que tradujo interesadamente lo que allí se exponía [World Motor Sport Council, Dossier 210909] porque la verdad nunca debe estropear un buen titular.
No puedo con mi vida con estas cosas, lo digo en serio. Da igual que ante el Consejo Mundial Nelsinho Piquet admitiera que la idea de provocar la salida de un Safety Car fuese suya y terminaron considerándola sus superiores. Para cierto sector de nuestro mundillo resulta irrelevante todo esto y que quedara desmontado que la renovación de Piquet jr. estuviera supeditada a su peculiar contribución al éxito de Renault, o que, finalmente, la Justicia Civil terminase anulando las sanciones de la FIA porque Pat Symonds y Flavio Briatore no gozaron de las suficientes garantías procesales en su defensa, ya que desbordaban los testimonios anónimos y los testigos protegidos.
Digo que todo da lo mismo porque llega Bernie y te lo arregla...
No me extiendo. Soltar: «Tuvimos suficiente información a tiempo para investigarlo. Según los estatutos deberíamos haber cancelado el Gran Premio Singapur bajo estas condiciones. Eso significa que nunca hubiera contado para la clasificación del Mundial. Entonces Felipe Massa se habría convertido en campeón y no Lewis Hamilton» [Ecclestone bricht Schweigen über F1-Skandal: Schumacher wäre alleiniger Rekordweltmeister], convierte al Boss en colaborador necesario y en prevaricador —Bernie era entonces el jefazo de Fomula One Management—, de uno de los amaños más ridículos que ha vivido nuestro deporte, aunque las noticias y relatos incidan en la perversa versión oficial.
En Nürbu hemos sabido siempre que el mayor beneficiado del Crashgate no fue ese piloto español al que siempre se enmierda, as usual, sino Lewis Hamilton, razón por la cual a mi Felipe se le roba la corona por la cara, y se destapa el pastel, que todo el mundo conocía, sólo cuando el resultado de 2008 resulta irreversible por mucho que Bernie y demasiados papanatas hayan decidido derramar algunas lagrimillas ahora.
Iluso de mí, me he aprovisionado de palomitas por si el inglés, aprovechando que está en racha, suelta la lengua a pasear y nos cuenta de primera mano qué papel interpretaron Mosley y él en 2007.
Os leo.
Lo cierto es que me estoy tragando la serie documental de Dazn y es impresionante la de mierdaque sabe y puede soltar el enano cascarrabias.
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