Manda un poco narices que Ferrari pretenda dejar de ser italiana tirando por el camino más ramplón de todos, y toca bastante los huevos que las voces más exigentes hayan surgido de esa estúpida Italia, con perdón de los italianos, que alumbró en su día a genuinos palanganeros como Leo Turrini.
La Scuderia contaba con la pareja más fuerte de la parrilla, pero para qué dejar que Charles y Carlos diriman sus posibilidades en pista cuando desde la prensa se podía malmeter hasta la náusea, con tal de hacer que el fiel de la balanza se incline en 2023 hacia el lado de Il predestinato.
John Elkann se precipitó anunciando a Charles Leclerc como sustituto de Kimi Raikkonen en Monza 2018. Aquello supuso la puntilla para un Sebastian que precisaba confianza... Da lo mismo, no sé ni para qué miro atrás.
El futuro pinta chungo y Vasseur me parece un Szafnauer como otro cualquiera. Jamás ha peleado un campeonato y dudo mucho que sepa hacerlo con una alineación de pilotos que, se supone, primará a Il predestinato frente al madrileño para contentar a una prensa que, como la española futbolera en el caso de Luis Enrique, busca tener razón por encima del bien del equipo y la afición que lo soporta.
Obvio que pondría a Turrini al frente del muro italiano, pero que Dios reparta suerte, que decía aquél.
Os leo.
Llevamos demasiados años viendo como Ferrari se autodestruye cada dos o tres años. Supongo que es por no ser alemanes ni ingleses, pero parece que están empeñados en no volver a ganar un campeonata nunca mas.
ResponderEliminarEl último de Kimi fué de chiripa y por razón de que McLaren se lo regaló y verdaderamente debemos remontarnos a la era de Ross Brown y Michael para saber cuando fueron dominantes y la razón de sero. Varios años, no recuerdo cuantos, trabajando con gente seria y sin hacer tonterias y el resultado fue una etapa dominante como la antertior de <mercedes.
Así son las cosas pero no aprenden.....