Se mire como se mire, seis carreras en ocho fines de semana supone un maratón de Fórmula 1 que a más de uno se le puede indigestar porque no habrá tiempo ni para ir al baño.
Al negocio supongo que le irá bien, si no de qué, ¿no?, pero lo de la excelencia y la máxima categoría y tantas chorradas como nos venden, creo que casa mal con este maltratar el producto impidiendo que el consumidor lo deguste placenteramente.
Perdemos en esta huída hacia adelante y nos devaluamos —¡anda que no lo he escrito veces!—, porque no hacemos nada en esta batalla por un público volátil que devora carreras como si fuesen hamburguesas y las olvida con mayor urgencia si cabe. Antes nos diferenciábamos, pero los de arriba decidieron que es más provechoso (para ellos), bombardearnos por saturación y que luego seamos nosotros los que saquemos las castañas del fuego encontrando las 7 diferencias con la IndyCar, la NASCAR o la Formula E, etcétera, cuando a igual extensión de calendario nos ganan de calle porque, al menos, ellas no alcanzan su fase definitoria carreras antes de que termine el campeonato.
Buscad refugio y desempolvad el casco de kevlar y el chaleco antifragmentación, os hará falta.
Os leo.
Tal y como parece y según automoto italia, la FIA y Liberty están en guerra.
ResponderEliminarMencionan nada menos que a Bernie como el artífice en la sombra que está tratando de volver a controlar la F1 a través de la FIA.
https://www.automoto.it/formula1/formula-1-fia-liberty-media-e-guerra.html
Pues a mi me gusta la F1.
ResponderEliminarY me dan igual las tonterías esas de exclusividad. Cuantas más carreras, mejor.
Como espectador, claro está, que es lo que soy.
Desconozco si es mejor económicamente hacerlo así o no y supongo que es una putada para la gente del circo. Pero eso no es problema mío.
Yo cuando no hay F1, la echo de menos. Nunca me ha pasado al revés.
Cuantas más carreras mejor.