Que Laurent Rossi defienda la utilidad de Szafnauer no debería sorprender a nadie, a fin y a cuentas, a Alpine sólo le faltaba sumar un mosqueo de BWT al roto deportivo que tiene hecho en el casco de la escudería. Es su trabajo, ¡coñe!
De lo otro, de restañar las heridas producidas por la salida de Alonso y la no entrada de Piastri ya se encarga el bueno de Otmar, a quien no le ha temblado el párpado a la hora de elegir a Esteban Ocon como líder —¡qué remedio!—, pero alberga dudas al respecto de la mejor opción como segundo piloto y va a disiparlas esta próxima semana en Hungaroring.
En fin, la cosa es lo suficientemente surrealista (¿ambiciosa?) como para pensar que hay gato encerrado, no sé, se me ocurre que también puede consistir en buscar conductor para Williams y cerrar el asunto de las unidades de potencia francesas para 2023. Los intereses de Wolff en la británica convierten a De Vries en un movimiento poco adecuado para la de Jos Capito y el propio Toto, políticamente hablando, claro, de manera que a lo mejor, se me va la olla, yo qué sé, el holandés tiene algo más que un pie en Enstone y nuestro Santo Tomás quiere disipar nubarrones sobre su trabajo, llegando a un acuerdo soberano con Grove plantando propulsor y piloto norteamericano por el mismo precio.
No me digáis que no me ha quedado sabroso este texto, y sin mencionar a Gasly. Os leo.
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