... para tan poco mago.
El formato Sprint Race, tal y como está montado, es malo hasta decir basta. No aporta absolutamente nada a la competición. Es puro relleno para recién llegados, útil, quizás, para fidelizar a esos seres fidelizables que habitan el imaginario de los cuatro impresentables que llevan las riendas de nuestro deporte.
La fragua donde se forjaron los más rápidos de nuestra especialidad, aquellos arcángeles legendarios que se jugaban salir primeros en el Gran Premio correspondiente, desplegando sus alas y volando a ras de suelo con una solitaria bala en el tambor, ha quedado reducida a un simple trámite cuya validez es meramente estadística ya que las cartas se ordenan en una minicarrera que, obviamente, se ha vuelto un episodio conservador donde no caben estrategias alternativas ni asunción de riesgos, porque total pa'qué si el domingo será otro día y hay que ahorrar en todo menos en sandeces.
«El mago hizo un gesto y desapareció el aburrimiento, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto más y se acabó lo previsible. Liberty hizo un gesto y desapareció el mago.»
Disculpadme el versionado libre de una frase de las muchas que pronunció un hombre al que ahora conviene no mencionar. Pobre Woody, pobres de nosotros...
Os leo.
Y que alguien me diga que no, que es imposible.
ResponderEliminarQue lo de Fernando ha sido simplemente muy mala suerte, y no un dedazo de la organización para poder ver a Mick y Lewis medirse las herramientas sin uno que les sacará (nuevamente) los colores.
Esta F1 ya me está comenzando a producir asco, y náusea.