Sabe a gloria

La de Milton Keynes presentó credenciales en Sakhir y ha vuelto a hacerlo en Jeddah. Obviamente Ferrari era el objetivo hace una semana y lo ha sido hace un rato, y aunque en Bahrein no se pudo rematar la faena todo indica que este fin de semana sí puede ser posible hacerlo, y es que las carreras siguen comenzando los sábados y Checo Pérez se ha llevado la pole, lo que puede suponer mucho en el ratonero trazado árabe.

La sesión de clasificación ha venido marcada por el brutal accidente sufrido por Mick Schumacher —su Haas ha quedado literalmente hecho papilla aunque el piloto está fuera de peligro en el momento de escribir estas líneas—, por el segundo desinfle consecutivo de las unidades de potencia Mercedes-Benz, por un Lewis Hamilton que no ha sido capaz de pasar a la Q2 a pesar de que George Russell ha seguido del tirón para acabar consiguiendo una discreta sexta plaza en parrilla, por la ligera mejoría notada en los coches de Woking y Enstone, y, en definitiva, por la brutal consistencia mostrada (de nuevo) por los F1-75 de Maranello.

Red Bull tiene claro qué quiere y quién es su rival en estos primeros compases del Mundial 2022, también sabe perfectamente que ahora es cuando conviene sacar ventaja a Mercedes AMG ante su hipotética recuperación, de manera que ha soltado a sus lobos en Arabia Saudí para que hicieran sangre a la rossa. Max no lo ha conseguido pero Sergio sí, definiendo una vuelta perfecta que le ha grangeado un saldo de 25 centésimas de colchon sobre Charles Leclerc, lo suficiente para arrancar como poleman con el gratísimo sabor de boca de haber logrado la primera pole position de su carrera profesional.

Os leo.