martes, 19 de octubre de 2021

Magic Moments

Los más ancianos del lugar recordarán (seguramente), lo mucho que nos reíamos cuando alguien decía que Ecclestone era imprescindible, y las veces que aludimos a que el Boss resultaba imprescindible para la somanta de arribistas y palanganeros que vivían a cuenta de gorra alabando su incombustible capacidad para salir lindo de todos los saraos.

Aquella teta se secó a finales de enero de 2017 y los del tercer gin-tonic y p'arriba son ahora leales a Liberty Media y sus designios, ergo pasan olímpicamente de Bernie y sus otrora sabias palabras. 

Esencialmente, el británico sigue siendo el mismo, más allá, claro, de que recientemente ha vuelto a ser padre y Fabiana, su esposa, se postula como vicepresidenta para Sudamérica por la lista de Mohammed ben Sulayem en su candidatura a la presidencia de la FIA. El mismo, ya digo, el mismo intrigante y el mismo hombre de negocios que se mueve como una anguila en lo que ha sido su territorio de caza desde mediados de los setenta del siglo pasado, lo que pasa, ahora, es que ya no es imprescindible para los que precisaban que lo fuera.

«Así es como se ahuyenta incluso a los mayores fans» [This is how you scare away the fans]. Suena duro, más viniendo de él, pero la frase referida a la propuesta de calendario con 23 carreras para 2022, deja de ser el sujeto de reflexión y debate para la mayoría de nuestra prensa especialista y se supedita a una consecuencia que vende mejor: destruirá familias...

A Liberty le importan tres pimientos las familias de los currelas del Circo —a Ecclestone también, para qué vamos a engañarnos—. Siempre se pueden ampliar plantillas, trabajar por turnos o con rotación de personal, pero el meollo, lo crucial, pasa a segundo plano y así la patrona no se molesta, ni mira mal a tu medio ni le retira los pases necesarios para que siga realizando su actividad. El pago a tanta docilidad es la seguridad de que llamando imprescidible al patrón y jaleando estupideces como las sprint races de los sábados, el mundo sigue funcionando a la perfección, para ti, claro.

El negocio se está devaluando, y, desgraciadamente, creo que hablé de ello el año pasado por última vez [F1 de garrafón]. Sea como fuere, supone un fabuloso despropósito que una prensa que se hizo fuerte llamando imprescindible a Bernie, se inmole ridículamente y pierda la poca credibilidad que le queda riendo las gracias a una aventura que, ahora mismo, huye hacia adelante porque no tiene otro sitio donde guarecerse. «This is how you scare away even the biggest fans and destroy interest on TV», adquiere aromas de sentencia, y a lo peor lo es.

Suena Magic Moments, de Perry Como. Os leo.

3 comentarios:

  1. Para mi cuantas más carreras mejor.
    Ojalá todos los fines de semana del año hubiera F1 o MotoGP.

    Entiendo que puede que no sea bueno para el negocio, que algunos se aburran o lo que sea, pero no es mi caso.

    Yo me alegro que sean 22. Y si son 24, mejor aún.

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  2. No tiene sentido aumentar las carreras y reducir el gasto de los equipos (que tendrán que tirar con el personal con que cuentan ahora). Esta temporada nadie va acabar en el mínimo de tres motores y el que viene el mismo número para más carreras, encima aumentando los sábados de sprints. De locos.

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  3. Una duda: ¿podría pasar que me quede sin correr porque rompí el motor y ya usé todo el presupuesto?
    ¿Se imaginan autos remendados en la última carrera del año?

    Eso, o pagos a cuenta del año próximo. Juaaaa!!!

    Saludos desde el Coño Sur

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