Salseo naranja

Con el cabreo por Bélgica convenientemente guardado en cajita y entre algodones perfumados, a la espera, supongo, de sacarlo a airear ante una mejor oportunidad, el Gran Premio de Países Bajos ha echado a andar en fila de a uno y procurando no molestar, lo que no ha sido óbice ni cortapisa para que Zandvoort nos haya enseñado los dientes mientras la realización mostraba el poderío de la Orange Tide.

Embotellamiento que ha estropeado a Vettel su vuelta rápida, Russell contra las protecciones, Latifi endiñándosela pero bien, Dirección de Carrera escamoteando 1'38 minutos de la Q2 porque, coñe, la incorporación a pista se ha diseñado lenta y, un suponer, con las prisas alguien se podía desgraciar por obtener tiempo suficiente para dar un giro potable —esto, o auténtico pánico a que Verstappen hiciera lo mismo que Hamilton en Hungría...

La liza en el Mónaco neerlandés se prometía reñida en clasificación y no ha defraudado: siete hombres han metido sus coches en menos de 1 segundo, y Max ha obtenido la pole con 38 milésimas de ventaja sobre su principal rival por el título, Lewis, pero los puntos se reparten en carrera y salvo que tendremos marea naranja hasta en la sopa, esa parte aún no ha sido escrita.

Os leo.