lunes, 12 de julio de 2021

Emosío engañaos!

Como he confesado innumerables veces tengo muy poquito de futbolero, prácticamente nada, por aquello de concretar. Mi Athletic seguido desde la distancia, la roja cuando pasa de cuartos, algún derby contado con los dedos de la mano y, según lleve yo el día, las finales que juegan los míos o incluso las que juegan otros...

Anoche pequé como estaba mandado. Wembley, Italia vs. Inglaterra, ya sabéis. Por inclinación natural iba con la azzurra y, bueno, al final estuvo bien, aunque viendo los prolegómenos que nos regalaron muchos hinchas ingleses por las calles de Londres, el intento de asalto al estadio y el fiestón bárbaro que se montó fuera mientras dentro se celebraba un akelarre en tiempos de pandemia, no dejé de pensar en cuántos de ellos serían también seguidores de la Fórmula 1 y en lo imbéciles que somos aceptando sin más que esta gente tenga algo que enseñarnos en cuanto a fair play, respeto al rival y cultura deportiva.

Entiendo perfectamente la dicotomía que se montan los críos para ir a la cama con el alma serena y conciliar así el sueño: una cosa es el fanatismo y otra bien distinta ser buen aficionado —también lo afirman los gurús—, pero el caso es los malos seguidores son siempre los otros y en Inglaterra se guarda el tarro de las esencias como si fuese el Santo Grial, y en llegando a este áspero terreno de las comparaciones cuerpo a cuerpo, en las islas se comportan como auténticos... eso, eso mismo que estáis pensando.

Cuando respetas la competición das muestras de ello incluso asistiendo como público a una partida de petanca, entonces, ¿resulta adecuado considerar, así como así, que uno puede ser un hooligan en el fútbol mientras hace de Barón de Coubertin en el Gran Premio de Gran Bretaña? 

Es posible, tampoco vamos a ponernos demasiado espesitos a estas horas de la mañana. En esta hipótesis, aunque sean idéntica persona, el Dr. Jekyll sería seguidor de la Fórmula 1 y Mr. Hyde lo sería del balompié —cuando lo emocional supera lo racional y eso—, pero estiremos este pensamiento bipolar y sopesemos qué incidencia tiene cada personalidad en la prensa especialista anglosajona relativa a nuestra actividad, cómo afecta a la humana necesidad de llegar a fin de mes y pagar las facturas, etcétera, y qué valor se da en las redacciones deportivas a Henry y a Edward, a pesar de que, en el fondo, insisto, los dos son el mismo ser. 

Grosso modo imagino que allí hay tantos seguidores a los dos deportes como aquí, de forma que podemos dar por válido que en Reino Unido, como en España, la faceta fanática es la que da de comer al periodismo F1, aunque, desgraciadamente, aquí no tenemos un Henry Jekyll al que agarrarnos y debemos conformarnos con comprar el suyo, soñando, eso sí, que nuestro Edward Hyde es quien nos hace tan y tan diferentes. Y ellos mejores, siempre, que sí, hombre, que sí...

Os leo.

4 comentarios:

  1. Hombre, me alegra que no seas de estos bilbainos que se creen ingleses,que conozco unos cuantos y seguro que tu conoces más. No veas las risas cuando se enteran de la opinión de los ingleses de verdad.

    A mi me alegra especialmente que le haya chafado al amigo Boris Johnson su invento de glorias imperiales, no e. Pero bueno, parece ser que están echando la culpa de la derrota a que fallaron los penaltis unos que no eran de verdad.

    Me sorprendió lo poco casero que fue el arbitro ayer, no se que les ha pasado pero no han podido mover los hilos para poner un Withing de la vida. El arbitro de las semifinales se invento un penalti para ellos, sin embargo el de ayer podía haber sacado alguna roja fácilmente y no lo hizo (lo de inventarse el penalti era mas difícil, los ingleses se acercaron poco al area)

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  2. Excelente, José
    No tengo predilección alguna por lo ingles. No me muero por estilo, su vida y sus cosas, y lo sabes. Pero es que hay algunos engañaos que creen que sí, que son los mejores y finos en cada cosa.
    Engañaos morirán...

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  3. Tanto criticarnos por nuestra forma de vivir, pensar y querer que a poco que nos descuidemos nos invaden para recordarnos que ellos son el Santo Grial de la rectitud y el fair play................ siempre y cuando no estén borrachos.

    Un saludo de un alonsista.

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  4. Siempre hay que orinar mirando hacia ... bueno, ya sabes.

    Admiro muchas cosas de los britanicos, pero creo que odio muchas más.

    Fubtolero nunca fuí, tuve mis epocas, unos cuantos años seguidos en los que estuve al tanto de mi equipo preferido y de la selección, pero poco más. Si no me gusta el estilo de juego ( soy muy de Cruyff, que le vamos a hacer ) que usan dejo de estar al tanto. Ver partidos más bien pocos o ninguno, el trabajo me lo impide bastante, soy más de transistor los domingos por la tarde en cuya compañia termino haciendo una buena siesta.

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