Pues no, la vida no es justa y, a priori, tampoco parece que lo sea que el Piloto del Día recayera ayer sobre Charles Leclerc, cuando el monegasco «jodió» la carrera de Pierre Gasly y comprometió la suya, pero Dios escribe sobre renglones torcidos y hay que aceptar que este tipo de premios tienen tanto de volátiles como de caprichosos.
Más allá de la anécdota, sabéis perfectamente la nula importancia que doy al Driver of the Day y lo huevón que me muestro con los lances que, por una razón u otra, alcanzan un eco a mi modo de ver desmedido —Leclerc tiene peor prensa en redes que Gasly por aquello de que achuchó a Vettel en Ferrari y todavía hay quien no se lo ha perdonado, y los tiros podrían ir por ahí—. Así las cosas, rebobinado y visionado el encuentro entre los dos pilotos durante los primeros metros del Gran Premio de Styria, confieso que no he sido capaz de ver mala fe por ningún lado.
Y bien, a lunes por la mañana los duendes de Gorliz y yo seguimos preguntándonos qué coño da o quita ser Piloto del Día...
Os leo.
Buenooooo, ya se sabeeeee...
ResponderEliminarAlgo de lo que hablar cuando la carrera resulta un auténtico tostón.
Ya estamos acostumbrados a las noticias fabricadas. ;b.