No se hable más

¿Quién será el cabrón que hace que a la gente de Liberty Media se le pregunte recurrentemente si las carreras son aburridas? No lo son. Nos lo confirma Stefano Domenicali, recién tomado el bastón de mando al frente al frente de la norteamericana, y ofrece datos: «I see the numbers and last year the audience was growing». 

Bueno, son datos que carecen de sustancia material y parecen más un ejercicio de optimismo contable, ya que perfectamente podría ser que las cifras anteriores fuesen malas y el crecimiento percibido el síntoma de que se ha tocado fondo, o, simplemente, que hay más gente que sigue un espectáculo aburrido porque no conoce otra cosa. Vamos, que lo uno no quita lo otro.

En todo caso el ardid es viejo. Terelu Campos vendía más ejemplares de su libro que Vargas Llosa y ya estaba todo dicho literariamente hablando, un ejemplo. Aunque confieso que me ha matado el recurso que utiliza el italiano a la hora de dibujar el futuro de la actividad, porque si comprobar cómo Hamilton se pule su octavo título mundial supone para él un aliciente, o bien se la han metido doblada o no sigue la Fórmula 1 desde que la abandonó en 2014.

Bien empezamos. Os leo.