domingo, 13 de septiembre de 2020

Comprando el Valhalla


Me disculparéis si no se me erizan los cabellos cuando pienso en la cuenta corriente de Lawrence Stroll y prefiero mirar Racing Point como una escudería de las diez que hay en la parrilla, más que como un milagro cegador.

Don Lorenzo compró los restos de Force India y aquí empieza todo, al menos nominalmente, ya que, en realidad comienza antes, con su colegueo millonario con Williams, que dejó a la de Grove compuesta y sin novia y con dos temporadas para tirar a la basura. Pero sí, podemos convenir en que nuestro protagonista adquiere una escudería en desguace y empieza a levantar su imperio con un montón de contactos nuevos en su agenda pero sin mucho que decir, pues Racing Point se hunde hasta la séptima plaza de la general en 2019, replicando la posición obtenida en 2018 sin los puntos de Force India —el acuerdo para que RP pudiese disputar lo que quedaba de sesión incluía esta peculiaridad.

Sea como fuere, Force India había conseguido 59 puntos hasta la salida de Hungría (doce pruebas) y Racing Point logra 52 en las nueve citas restantes, lo que de haberse podido hacer suma habría supuesto un total de 111, suficiente para haber quedado quinta en la general de Constructores, detrás de Renault y delante de Haas. En todo caso, que es a lo que vamos, el primer año completo de Stroll al frente de su equipo se rubrica con una pérdida considerable de chance —la salida de Ocon se nota bastante—. 2019 se cierra con 73 puntos, 38 menos que los hipotéticos 111 de 2018.

En 2020, como es de sobra conocido, en vez de desarrollar un vehículo propio, papá Stroll adquiere un W10 de Mercedes AMG, lo pinta de rosa, compra Aston Martin y anuncia a bombo y platillo que la británica participará en 2021. Las cosas mejoran bastante —a ver, que es un W10, vencedor del campeonato anterior—, pero le salen contestones como setas en otoño que, si no me equivoco, han comprometido ya la evolución de cacharrillo pink para el año que viene, si no le han cortado las alas, literalmente. Pero como hay que mantener el hype caiga quien caiga, Lawrence se apaña un tetracampeón del mundo aprovechando la salida de Vettel de Ferrari...

Sintiéndolo mucho no veo proyecto sólido por ningún lado sino un continuo disparar con la chequera. Obviamente no soy quién para hablar de los multimillonarios y su mundo y sus cosas, pero Racing Point huele a lo que huele, a ilusión de un tío con pasta que quiere comprarse el Valhalla, que como sueño faraónico no está nada mal, entendámonos, si no fuera porque se palpa en el ambiente una prisa tremenda.

Os leo.

3 comentarios:

  1. A mi me da pena el "guaje"...

    - Le quitan a Pérez de delante en cada carrera.
    - Ahora lo echan...
    - Le dan un coche decente...

    Y te pasan cosas comprensibles como que te pase Sainz en Monza, o algo falle en el coche y te salgas tu solito en la Toscana... Cómo se pondrá papuchi Stroll, cómo se pondrá...

    Que no es lo mismo tener encima a Carlos Sainz Senior que tiene el culo pelado de competir que a papuchi Stroll. :D:D:D:D:D:D:D:D:D...

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  2. Me vas a disculpar, José. Pero no comparto el diagnóstico.

    Mercedes se va. Yo lo haría, luego de romper todos los récords. Y su dominación se acaba con el nuevo reglamento y la reducción presupuestaria.

    Toto Wolff se llevará buena parte de los recursos técnicos e intelectuales hacia Racing Point. Cuanto menos, serán tan competitivos como RedBull o MacLaren.

    Lo que no creo es que Vettel sepa capitalizarlo. Veo allí a Verstappen luego de 2023.

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