No he sido el único que ha pensado que algo falla «mucho» en nuestra Fórmula 1 moderna cuando Lance Stroll ha sido capaz de quedar a tan sólo 9 décimas de Lewis Hamilton con el W10 del año pasado, eso sí, tuneado de rosa...
Dicen que en nuestra actividad no existen los milagros, que recuperar medio segundo de una temporada a otra es casi un imposible, pero la realidad, testaruda como una mula, nos dice que sí los hay aunque siempre bendigan a los mismos: Brawn GP en 2009, un ejemplo, y ahora Racing Point, british patanegra, of course!
Más de tres segundos de mejora entre la campaña pasada y ésta, así, sin Alka Seltzer. Y el zagal de Lawrence que se ha metido en la tercera posición de parrilla porque el juguete lo vale y él también —ojo con esto, que hay que conducirlo aunque vaya sobre raíles y el canadiense lo ha hecho de cine—, y el caso es que el hexacampeón del mundo no ha podido separarse más del jabato porque el W11 del británico es evolución del W10 del de Montreal y, ¡carajo!, en algo debía notarse el trabajo de Brackley de una sesión para otra, digo yo.
El caso es que muchos nos hemos puesto a reflexionar sobre qué sentido tiene todo esto cuando arriba todo parece tan sencillo y del quinto para abajo todo huele a desastre o a esfuerzo sobrehumano, y a mí, en concreto, me ha dado por pensar en la cola que se puede montar si las ocho escuderías restantes se piden para el año que viene un W10 para colorear... ¡Ay, no. Desgraciadamente el reglamento impide nuevos milagros!, ¡qué casualidad!
Os leo.
El caso es que muchos nos hemos puesto a reflexionar sobre qué sentido tiene todo esto cuando arriba todo parece tan sencillo y del quinto para abajo todo huele a desastre o a esfuerzo sobrehumano, y a mí, en concreto, me ha dado por pensar en la cola que se puede montar si las ocho escuderías restantes se piden para el año que viene un W10 para colorear... ¡Ay, no. Desgraciadamente el reglamento impide nuevos milagros!, ¡qué casualidad!
Os leo.
En el previo del GP los de Movistar han sacado una comparativa a pantalla partida de las vueltas rápidas de Lewis y Lance sobre sus Merc - original y copia - y la verdad es que el canadiense le echa valor apurando frenadas y en las curvas rápidas. Claro, la diferencia la hace el británico sobre todo en el último sector, en el que el canadiense no alcanza a tocar el ápice, mientras que Lewis ahí va sobre raíles con una conducción finísima. En algo se tiene que notar los 6 entorchados, verdad Maestro? ;)
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