sábado, 2 de mayo de 2020

Le Mans 1955 en dibujos animados


El cortometraje Le Mans 1955 sigue siendo un completo desconocido en nuestro país, tal vez porque todavía seguimos anclados en la tradición ésa de que los dibujos animados son para niños o para zumbados de los animes japoneses, o porque no salimos del academicismo gráfico ni así nos maten y, artistas rompedores, que arriesgan de verdad, suelen pasar desapercibidos o quedan relegados a esa cultura que tanto sarpullido produce en las pieles de los que aún no han abandonado el siglo XIX.

Estoy exagerando, como suele ser habitual en mí, pero la obra del director y guionista franco-belga Quentin Baillieux, que bajo su particular visión esboza la trágica edición de las 24 Horas de Le Mans 1955 —en la que murieron el piloto Pierre Levegh y ochenta y dos espectadores, que dejó, así mismo, un incontable reguero de heridos de diferente consideración, lo que originó en muchos de ellos serias lesiones de por vida—, continúa sin ocupar el lugar que merece entre los aficionados al motorsport español, ya que, en mi opinión, claro, es la versión de los sucesos que más se acerca a lo que pudo suceder durante la jornada habida entre las cuatro de la tarde de aquel 11 de junio y la misma hora del día siguiente [El infierno, 1955 (#24LeMans 23)].

Convertir en eje de la narración la enorme presión que se vivía en el equipo Mercedes-Benz tiene muchos bemoles. Descontextualizar la figura de Alfred Neubauer para convertirla poco menos que en la de un domador de fieras también tiene lo suyo, pero matizar que los pilotos eran gladiadores entonces, y que alguno de ellos mantenía reservas antes y después de saltar a la arena, resulta sencillamente sublime...



Ampliamente reconocida y galardonada en medio mundo, a Le Mans 1955 le ha fallado (en España) que es un corto, con todo lo que esto implica en nuestra bendita Piel de Toro, que no viene de los Estados Unidos de Norteamérica, que no ha sido aclamada por la prensa pagafantas, y que su formato es de dibujos animados y su gráfica resulta poco estimulante para los espesitos.

Joya como pocas, joyita, mejor dicho debido a su corta duración, me apetecía recordaros que como no nos empeñemos en abrir los ojos nos los van a acabar cerrando, por lisa y llana dejadez.

Os leo.

2 comentarios:

  1. Gracias por la recomendación, acabo de verla.
    En mi opinión, no es un cortometraje. Sentí que duró lo que duraron esas 24 horas inconclusas más toda la previa, los preparativos, la charla con los pilotos...
    Conociendo la historia de esa carrera, le atribuyo el mérito al director por poder expresar todo eso en 15 minutitos.

    Un abrazo desde el Coño Sur

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  2. Hola,

    Qué denostada está la ilustración en esta sociedad nuestra, tan proclive a la imagen, pero que mira por encima del hombro los dibujos, por considerarlo artes menores, o para frikis. Quizás no seamos conscientes de la potencia del lenguaje, y que, incluso, ya es aceptado en círculos académicos, como de muestra una aclamada tesis doctoral escrita en formato de novela gráfica: Unflatering de Nick Soussanis (Nick Sousanis, Unflattening, Cambridge, Massachusets, Harvard University Press, 2015)

    Salu2!

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