Con imagen promocional del propio Circuit (créditos de Miguel Rovira) terminamos el repaso a las escuderías que, si nadie lo impide, comenzarán a disputar el Mundial 2020 a partir de este julio.
El coche de primer plano en la instantánea es el W10 (2019) que conduce Bottas, y lo traigo a colación porque por Mercedes AMG no pasa el tiempo, algo que hay que tener muy en cuenta para entender que la extensión del reglamento actual hasta finales de 2021 beneficia fundamentalmente a Brackley, y que muy complicadas se tienen que poner las cosas para que la británica pierda esta fabulosa oportunidad de prolongar su dominio que le ha brindado en bandeja de plata el coronavirus.
No existe magia, lo que hay es un colchón de infinita comodidad que permite a los chicos de Toto Wolff trabajar con una estimable cuota de tranquilidad mientras sus rivales siguen dejándose lo que no tienen a la hora de acercarse y, cuando lo hacen, ruegan al Altísimo que todo salga bien, porque error que cometan será error que aprovechará nuestra última protagonista de esta saga, ya que lleva años funcionando como un cronómetro suizo.
El W11 de este año prefirió no enseñar demasiado en los test de pretemporada. Amagó con el DAS (Dual-Axis Steering) pero todo el mundo sabe que el secreto no estaba ahí. Coche eficiente y sobradamente contrastado en la mayoría de sus soluciones, portentosa unidad de potencia, dos pilotos perfectamente engranados y un nivel de estrategia en el muro que hace que cualquiera de los dos será peligroso en pista aunque al final sea Hamilton quien rebañe el plato. Valtteri no es manco aunque goza de peor prensa que Lewis, de forma que en 2020, para oponerse a esta maquinaria hacen falta, al menos, los mismos ingredientes y, admitámoslo, de momento no hay nadie en la parrilla que pueda hacer en este papel.
Para 2021 la cosa puede cambiar si definitivamente Bottas es sustituido, pero, en principio, sólo cambiaría una de las cuatro patas que definen el dominio de la de tres puntas, pero es seguro que Wolff al mando y Hamilton sobre el asfalto compensarían de sobra la situación.
Os leo.
El W11 de este año prefirió no enseñar demasiado en los test de pretemporada. Amagó con el DAS (Dual-Axis Steering) pero todo el mundo sabe que el secreto no estaba ahí. Coche eficiente y sobradamente contrastado en la mayoría de sus soluciones, portentosa unidad de potencia, dos pilotos perfectamente engranados y un nivel de estrategia en el muro que hace que cualquiera de los dos será peligroso en pista aunque al final sea Hamilton quien rebañe el plato. Valtteri no es manco aunque goza de peor prensa que Lewis, de forma que en 2020, para oponerse a esta maquinaria hacen falta, al menos, los mismos ingredientes y, admitámoslo, de momento no hay nadie en la parrilla que pueda hacer en este papel.
Para 2021 la cosa puede cambiar si definitivamente Bottas es sustituido, pero, en principio, sólo cambiaría una de las cuatro patas que definen el dominio de la de tres puntas, pero es seguro que Wolff al mando y Hamilton sobre el asfalto compensarían de sobra la situación.
Os leo.
Es indudable que desde el punto de vista técnico Mercedes no tiene rival. Pero los rumores de que Toto se va a final de esta temporada, porque no se lleva con el baranda Kallenius son cada vez más insistentes; y si Toto se va y Bottas también porque le hacen hueco al niño bonito (es de suponer que Toto arrastre a alguno consigo de la estructura del equipo), entonces las cosas se pueden complicar siempre y cuando en Maranello hagan las cosas medio bien y sus pilotos sumen.
ResponderEliminarSoñar es gratis :))