miércoles, 25 de marzo de 2020

¡Ay, Herr Doktor...!


Iba a haber titulado esta entrada «Socarronería austriaca» pero intuyo que no se habría entendido la guasa, más o menos como ha pasado con las palabras que Marko ha dedicado recientemente a Verstappen, en las que recomendaba al zagal que cogiera el coronavirus, se recuperara —herr doktor lo daba por seguro—, y ganara su primer Mundial F1.

Desconocía si los austriacos se mostraban socarrones, aunque está visto que sí. La broma era buena y estaba muy bien tirada. Marko ante la prensa, sin pestañear, sabiendo que nadie iba a escapar al anzuelo porque va de ogro por la vida y los ogros ni se ríen ni hacen chistes... Duelo al sol entre un gunslinger y cuatro o cinco defensores de la ley.

En fin, esto me ha recordado a cómo jugábamos en 2008 con la posibilidad de que Piquet jr. se la endiñara en Singapur.

La chavalería no sabe ni de lo que estoy hablando porque son más de los pasados a limpio posteriores, pero cualquiera de los que lo vivimos tiene nítido en la retina y los oídos el cachondeo previo que se montó antes de la carrera, tanto que ni el hazañoso comportamiento del brasileño en Marina Bay nos sorprendió. En 2009 sí que lo hizo, pero porque a todos nos pilló con el pie cambiado que aquel pronóstico jacarandoso acabase siendo una realidad... ¿Quién lo esperaba?

No deseo a Max que pille el coronavirus, faltaría más, pero herr doktor, ¡ay, Herr Doktor!, ha jugado al humor negro y a eso sólo se juega en Cádiz durante el carnaval. Para uno de Graz supone práctica de alto riesgo y está desaconsejado porque o no te entienden o no lo pillan, que, sinceramente, no sé qué es peor.

Os leo.

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