martes, 25 de febrero de 2020

Desde el sofá [Red Bull]


A pesar de que en las imágenes de presentación el RB16 presentaba una entrada al airbox reducida, no errábamos el tiro cuando apuntamos que el cacharro de Milton Keynes daba mucho aire a la unidad de potencia Honda [Y va el Red Bull], ya que una vez puesto en pista en Montmeló, el snorkel ha ganado en dimensiones.

Ya que la prioridad este año es encajar en la cantidad marcada por el reglamento para elementos de la UP disponibles, como ha confesado la austriaca, el propulsor japonés se ha convertido en el eje del diseño y en una prioridad asfixiarlo lo mínimo indispensable —¡qué habría sido de Renault si hubiese contado con esta ayudita!—, de forma que el RB16 sacrifica talla para envolver adecuadamente el aparataje que lleva en sus entrañas.

Así las cosas, la mitad final del monoplaza presenta la típica formación en dos cuerpos aunque el primero sorprende por sus generosas dimensiones. Abulbado, se funde con con el segundo a través de una zona de derrame que se dibuja perfectamente en todas las tomas del vehículo. Podríamos hablar perfectamente de dos secciones distintas, pero como comparten intención, es mejor que las miremos como una sola, ya que su fin es llevar aire atrás y lo cumple a rajatabla, asegurando que tanto la parte terminal del fondo plano como el difusor y el vano del alerón trasero estén alimentados de manera idónea.

El rake alto obliga a ciertas gabelas, y en consonancia con lo expuesto, el morro responde afinándose y adoptando la típica ala horizontal bajo la nose (estilo Mercedes), lo que ayudará a que el tren delantero no se desmande mientras se aprovecha hasta la última gota el caudal frontal, para que sean los bargeboards y las derivas las que organicen y distribuyan el aire en las cercanías del boat, y, por supuesto, direccionen el vórtice Y-250 para que haga su trabajo en los laterales y suelo del vehículo.


En principio me gusta mucho aunque, como dije el otro día, me sigue sabiendo a poco, quizás porque hemos estado malacostumbrados a que las máquinas de Milton Keynes hayan sacrificado la comodidad de sus propulsores en aras de hacer virguerías con la aerodinámica. En todo caso, y por terminar, diría que en 2020 va a haber menos calor disponible en el fondo plano, y que esto puede suponer un handicap en carrera, que comprobaremos (o no) cuando la temporada comience y el aire limpio escasee.

Os leo.

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