Mario Isola nos comenta que la Fórmula 1 de 2020 puede ser incluso más previsible que la de 2019 con esto de que las ruedas de este año van a ser las mismas que las del pasado. Y atentos con esto, que el que utiliza el término «plus prévisible» no es un rancio alonsista que se queja de todo porque como no participa Fernando en el cotarro hay que destruir la esencia y tal. No, lo dice el máximo responsable de Pirelli, a la sazón proveedora única de compuestos para nuestra disciplina.
El bueno de Isola tenía en su mano haber utilizado otras palabras. No sé, se me ocurre que podía haber hablado de que se iba a resentir el espectáculo o haber apuntado sucintamente a que la F1 corre el riesgo de volverse previsible, pero al elegir «plus prévisible» nos está diciendo lo que ya sabíamos muchos: que la Fórmula 1 actual no ofrece demasiados alicientes y que en 2020 va a tener menos.
Soy consciente de que hay gente que piensa que todo esto es una leyenda urbana urdida por felones para desacreditar la competición o afear los títulos de Hamilton, e incluso, que hay quien va afirmando por ahí que ésta es la mejor Fórmula 1 que ha visto en su dilatada vida en contacto con las carreras; pero como somos mayorcitos todos, casi os paso la advertencia y el enlace y luego ya os hacéis una composición de lugar y sacáis vuestras propias conclusiones: «La Formule 1 devrait être plus prévisible cette saison après que les équipes aient choisi de s'en tenir aux spécifications des pneus de l'année dernière» [Pirelli s'attend à une F1 plus prévisible après la décision concernant les pneus en 2020].
Lo he dicho otras veces y tal vez sea momento de insistir de nuevo: negando la realidad no se avanza, y con la técnica de meter la cabeza en un hoyo, como los avestruces, el día menos pensado tenemos un disgusto...
En fin, os leo.
Bueno, siempre nos quedan los imponderables climaticos, la fiabilidad y ... Max Verstappen.
ResponderEliminarÁnimo Josete, que el 21 será muy divertido... :))
Ya te digo, Lastra ¡ja,ja,ja,ja!
ResponderEliminarAbrazo grande ;)
Jose
"negando la realidad no se avanza, y con la técnica de meter la cabeza en un hoyo, como los avestruces, el día menos pensado tenemos un disgusto..."
ResponderEliminarHay un chiste, de un cazador. El guía le dice, habrá que cuidarse de las avestruces de por aquí. Aparecen de la nada, y no paran hasta comerte el cerebro.
El cazador, atónito. Pues, si doy la voz, le indica el guía, de inmediato cavar y meter la cabeza bajo tierra, como sea. Por tu vida.
Grita el guía, ¡A cubierto! Y el cazador, presto, queda con el palmito en lo alto, cabeza enterrada.
Obviamente, el guía pretendía aprovecharse de su ingenuidad. Le baja los pantalones, y... Comienza a darle para que tenga, y para que guarde.
Pica! Pica, hijo de la gran P! Se escuchan bajo la tierra, los gritos del cazador... Que al cerebro me vas a llegar sí eres brujo!
No sé por qué estoy viendo ahora mismo a todos los monaguillos de Raimón Durán. Con el trasero en alto, y la cabeza hundida en el suelo.