Contraprogramación

¿Os sabéis esa de que dos ni discuten ni se meten en la cama juntos si uno no quiere?, pues Pirelli recién acaba de dar la razón a mi buena abuela María Mendiola en uno de sus razonamientos más usados. Pobrecita mía, reíros si os apetece, pero la perdí con catorce años y todavía recuerdo el tacto de sus manos y su voz cuando contestaba al abuelo José...

La navarrica tenía un pronto que parecía el resorte de una ballesta, y ojito cuidao con ponerte en su línea de tiro. Por razones que no llegaría a entender nadie, hoy la tengo en mente a la hora de abordar esta entrada porque ni el diablo podía imaginar que iba a traer funestas consecuencias la idea de mantener las gomas  de 2019 ya que los equipos las han referido a la propuesta inicial de la milanesa para 2020. Había por ahí un derecho a réplica —seguramente oculto en la letra pequeña—, y la italiana lo ha hecho efectivo.

Se aumentarán las presiones y se afectará al camber, y todo en legítima defensa...

El diseño de los monoplazas para la temporada que viene dibuja en el horizonte una mejora de prestaciones y, en toda lógica —sí por mis cogieron—, Pirelli, en vez de apoyar la jugada prefiere salvar su perjudicada imagen de marca y salvaguardar la caca de su producto evitando que las inclemencias de la competición puedan lesionarlo más de lo que está. Aumentar la presión de las gomas y afectar al ángulo del camber significa, lisa y llanamente, contar con una huella de contacto con el suelo menor y modificada, cosa que afectará al rendimiento del vehículo en la parte mecánica, tracción y frenada, y a su unidad de potencia porque el MGU-K vive de la energía que recupera en fase de deceleración...

No voy a solicitar que alguien me lo explique porque no hace falta. Pirelli está contraprogramando las escasas posibilidades que nos quedaban para disfrutar de lo lindo de esta campaña que empieza a rodar en un mes escaso, fecha arriba, fecha abajo, más bien arriba.

La de Isola se la coge de nuevo con papel de fumar, incide en perjudicar el espectáculo y, luego, la culpa de que esto no convenza a nadie seguro que la tiene Antonio Lobato y ese legado envenenado que nos ha dejado mientras los demás andaban de brazos cruzados.

Se conocía el comportamiento de los compuestos '19, pero con estas modificaciones no los va a reconocer ni la madre que los parió, y todo porque tenemos un proveedor único de compuestos que no ha entendido todavía que tiene responsabilidad en que la Fórmula 1 siga siendo la máxima expresión del automovilismo deportivo.

Os leo.