No me siento preparado para ganar

No me siento preparado para ganar...

Casi bastaba esta sucinta línea de texto para exigir a toda esa morralla de pagafantas que han negado la mayor estos años, que se pongan en fila, con los representantes de la principal colonia de la british press en nuestro país ocupando las primeras posiciones, y pidan perdón por haber dado la espalda a un tipo que los tiene tan cuadrados que ha inscrito su nombre en el FIA Hall of Fame por segunda vez y admite a renglón seguido que va al Dakar de aprendiz, pero con afán de terminar el raid en la mejor posición posible.

Desgraciadamente, ni Javier del Arco ni Carlos Castellá están entre nosotros para disfrutar de este sabroso momento.

Quedan, eso sí, sus papistas, el cuerpo elitista de bobos que se autoafirma como heredero de un periodismo de raza que, sin embargo, no llega a estos dos monumentos de nuestro pensamiento especialista y crítico ni a la suela de los zapatos. Quedan, también, los aficionados andaluces que pretenden trascender sus raíces vagas e innobles compadreando con los idiotas del noreste de la península en redes sociales, y los fans valencianos que no saben ni por dónde les da el aire. Más allá andan, obviamente: los que sólo saben seguir a un líder definido porque lo de pensar por sí mismos les queda demasiado grande...

El rebaño de imbéciles acaba de toparse con la cruda realidad: ése a quien no conviene mencionar, ése del que no es adecuado hablar, acaba de darnos un bañito de humildad.

El de Oviedo atesora dos Mundiales de F1, tres subcampeonatos y se las ha visto tiesas en la mayoría de circuitos del calendario de la Fórmula 1. Ha competido en la Indy 500 con desigual fortuna. Fue de aprendiz a la Rolex 24 at Daytona en 2018 y este mismo año ha conseguido vencer en la prueba norteamericana. Dos 24 Horas de Le Mans y un título como Campeón de Resistencia... pero nada de esto es bastante para los del paladar fino.

No me siento preparado para ganar... Lo dice un fenómeno que no tiene igual en el motosport moderno, pero a ver quién es el guapo que lleva la contraria a las huestes de propagandistas que entienden el periodismo español como diferente y de menor calidad al que acuñan ellos, aunque su raíz sea anglosajona, que ven en en la piel de toro a su enemigo y no admite que nadie les tosa porque tuvieron la fortuna de que Javier y Maese nacieran donde dicen ellos que está la verdad.

Hay mucho de odio, de elitismo y xenofobia en todo esto, pero mientras algunos profesionales y medios argentinos y mexicanos lo compren y estén abiertos a dar trabajo a nuestros profanadores del bingo, como que ni tan mal. A Fernando lo tratamos desigual en España y que sea lo que Dios quiera aunque el asturiano esté escribiendo con mayúsculas nuestra historia. Si Mark Hughes, Jonathan Noble, Andrew Benson o el garganta profunda del cuarto gin tonic de nuestro gurú de cabecera, acaban admitiendo que el español es un fuera de serie, entonces sí, entonces «No me siento preparado para ganar» cobrará toda su importancia.

¿Queréis mimines?, ¡venga, hoy va ración doble...!

Os leo.