martes, 5 de noviembre de 2019

Los mejores, sí...


Nos está quedando una Fórmula 1 preciosa de la muerte. De momento, Nico Hulkenberg no tiene asiento para 2020 y de rondón, se ha visto envuelto en una supuesta firma con BMW para disputar el DTM (Deutsche Tourenwagen Masters) que ha sido desmentida por el propio piloto... El alemán quiere seguir ligado a la máxima categoría pero no encuentra hueco.

Hasta aquí todo normal, que decía aquél, si no fuera porque esto cada vez se parece más a la escena en que Igor coge el cerebro del tarro marcado como abnormal en la película The young Frankenstein.

Como de costumbre, no falta quien en pleno 2019 justifica este tipo de sartenadas en base a que esto siempre ha sido así, que es como decir que la calidad de los pilotos siempre he estado supeditada a oscuros proyectos donde, casualidades de la vida, no encuentran cabida la velocidad, la iniciativa, la inteligencia en pista o la consistencia, y tienen prioridad la docilidad, el compañerismo, encender y apagar las luces, el optimismo, el positivismo y cuantas sandeces se os ocurran.

No deja de sorprenderme esta forma falsamente liberal de entender un entorno de trabajo tan supuestamente exigente en que sólo tienen cabida los mejores, o eso dicen. 

Si el jefe te pide que le chupes la herramienta se la chupas porque para eso te paga, y disculpadme el exabrupto, y te jodes si te manda a la calle y te cierra las puertas porque puede hacer contigo lo que le dé la gana. Suena bastante feudal y dando gracias a que no se estile el derecho de pernada, pero el rosario de conductores sin sitio en la Fórmula 1 es tan abundante y tan palmario que uno no puede dejar de pensar en que los gestores e ingenieros llevan demasiado tiempo pasándose de la raya.

Sin coche hoy no haces nada, y esto supone un axioma de una profundidad insondable, y si no lo ofreces lo normal es que no saque la cabeza ni el Tato. ¿Son mejores Pierre Gasly o Alexander Albon que Nico Hulkenberg?, ¿el proyecto Red Bull pinta mejor sin él dentro de uno de los habitáculos? ¿Haas o Alfa Romeo ganan mucho sin contar con el alemán? ¿Le merece la pena a Lawrence Stroll continuar perdiendo dinero con su hijo Lance...?

Luego nos preguntamos por qué la gente no está respondiendo al sexto de Lewis como se esperaba, pero es comparar nuestra actual parrilla con la que tuvo que lidiar Michael Schumacher en 2003 y que se te caigan los calzoncillos al suelo.

Os leo.

2 comentarios:

  1. El barco es suyo y se lo f...como quieren...

    Si...suyo... de los que llevas años y años escribiendo y que se creen que la gente es tonta...en modo indefinido...

    Allá se las compongan...más y más ,muchos que nos acercamos en su día a la F1 con espiritu abierto y ganas de disfrutar, nos hemos ido alejando asqueados de tanta mediocridad, favoritismo y manipulación descarada a favor de pilotos que son lo que son porque son los elegidos...eso no mueve a admiración...sólo a engordar estadísticas sin ningún significado...

    El modelo está agotado en la F1...la idea inicial era la mejor que se ha parido en el automovilismo...el final...patético...sólo queda el dinero...

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